El Papa Francisco usa el correo electrónico. Tiene una cuenta desde que era arzobispo de Buenos Aires y la sigue utilizando. Como es comprensible, recibe y contesta mensajes. Uno de ellos, del pasado 21 de febrero de 2015, ha terminado por convertirse en fuente de tensiones diplomáticas a alto nivel entre México y el Vaticano.
En respuesta a un correo electrónico del legislador Gustavo Vera, también dirigente de una ONG («La Alameda»), donde era informado del avance del narcotráfico en Argentina, el Papa contestó diciendo que «ojalá estemos a tiempo de evitar la mexicanización».
La expresión ha saltado a la prensa internacional. El País (España) titulaba: «El Papa pide a Argentina que evite la "mexicanización" de la violencia»; La Nación (Argentina) repasaba la vuelta al mundo de unmaildel Papa con el título «Recorrió el mundo la frase del papa Francisco sobre la mexicanización»; BBC (Gran Bretaña) mencionaba que «El Papa dice que Argentina puede mexicanizarse y Peña Nieto se queja»; y en México dos de los principales periódicos referían así sus informaciones: «Exige cancillería al Papa no estigmatizar a México» (El Universal); y «Habrá protesta oficial por el llamado del Papa a evitar la mexicanización de Argentina» (La Jornada).
Efectivamente, el gobierno mexicano presentó una queja formal ante la representación diplomática del Vaticano en México, el lunes 23 de febrero, por medio de su canciller de relaciones exteriores, José Antonio Meade, y llamó a consulta al nuncio pontificio en el país.
En declaraciones a la prensa el canciller mexicano ha comentado que observa con tristeza y preocupación las palabras del Papa. Y añadió: «Nos parece que más que buscar estigmatizar a México o a cualquier otra región de los países latinoamericanos, lo que debiera es buscarse mejores enfoques, mejores espacios de dialogo y mayores espacios de reconocimiento de los esfuerzos que México y Latinoamérica hacen respecto de un tema que mucho nos preocupa y que mucho esfuerzo nos ha implicado».
Aunque estemos en la era digital no deja de sorprender el alcance y consecuencias que puede llegar a tener un mensaje privado de correo electrónico. ¿Qué decir ante este hecho?
Desde un punto de vista estrictamente mediático la mayoría de los artículos de prensa «conflictualizan» el mensaje del Papa, maximizan el alcance (como si efectivamente estuviese dirigido a todos los argentinos) y olvidan precisar el contexto (comunicación privada). Respecto a este último punto no deja de impresionar que una persona (el señor Gustavo Vera) haga público lo que no está destinado a ese fin. Precisamente por ese cariz «familiar» no debería olvidarse el tono que suelen tener las conversaciones con personas conocidas donde el lenguaje tiende a lo coloquial. O en otras palabras: que no es lo mismo escribirle un mensaje privado a un conocido que expresarse públicamente con palabras propias de la dimensión pública de las cosas. Y esto es uno de los dos factores que debería pensar también la diplomacia.
Digo uno de los dos factores porque el segundo sería: «¿y no tendrá el Papa razón en lo que dice?». En su mensaje de correo electrónico el Papa Francisco menciona que quienes le han referido la situación de México han sido los propios obispos mexicanos (que le visitaron en el primer semestre de 2014). Gracias a ellos tiene información de primera mano sobre el estado de un país como la república Mexicana. No se puede decir que esté mintiendo (de acuerdo a datos de la Secretaría de Gobernación, en México han muerto por causas vinculadas al narcotráfico, en el periodo 2006-2012, 70 mil personas) y, no menos importante, no se puede estar más de acuerdo en el deseo de que ningún otro país padezca la misma situación que México en el campo del narcotráfico, las drogas y todo lo que gira en torno a esas realidades.
***
El mensaje íntegro de correo electrónico es el siguiente:
«Querido hermano: gracias por tu correo. Veo tu trabajo incansable a todo vapor. Pido mucho para que Dios te proteja a vos y a los alamedenses. Y ojalá estemos a tiempo de evitar la mexicanización. Estuve hablando con algunos obispos mexicanos y la cosa es de terror.
Mañana me voy, por una semana, a hacer Ejercicios Espirituales con la Curia Romana. Una semana de oración y meditación me hará bien.
Te deseo cosas buenas. Saludos a tu madre. Y, por favor, no te olvides de rezar por mí.
Que Jesús te bendiga y la Virgen Santa te cuide.
Fraternalmente, Francisco».
***
La tarde del martes 24 de febrero de 2015 (hora de Roma) la Secretaría de Relaciones Exteriores de México difundía un comunicado de prensa a propósito de esta tensión entre el gobierno mexicano y el Vaticano.
El texto completo del comunicado es el siguiente:
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) informa que este martes el embajador de México ante la Santa Sede, Mariano Palacios Alcocer, se entrevistó con el subsecretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede, Antoine Camilleri, quien dio respuesta a la nota presentada ayer por la representación diplomática mexicana.
El funcionario vaticano señaló que el Papa Francisco deja constancia de su seria preocupación por el escalamiento que, sobre un documento privado, se ha dado a conocer en diversos medios de comunicación, donde utiliza expresiones como la "mexicanización", en alusión al combate que en distintos países de Latinoamérica se viene haciendo al narcotráfico y al crimen organizado.
La Santa Sede considera que el término "mexicanización" de ninguna manera tendría una intención estigmatizante hacia el pueblo de México y, menos aún, podría considerarse una opinión política en detrimento de una nación que viene realizando un esfuerzo serio por erradicar la violencia y las causas sociales que la originan.
La Santa Sede reconoció que los programas implementados por el gobierno de México para la preservación de la paz y la tranquilidad sociales, conllevan a enfrentar las causas que la originan, de ahí que el Papa Francisco haya insistido a los obispos mexicanos sobre la conveniencia de establecer programas de cooperación y colaboración respetuosa con las instancias públicas para sumar esfuerzos en tal propósito.
La Santa Sede considera que la gravedad del fenómeno del narcotráfico en Latinoamérica ha obligado a que los gobiernos, como es el caso de México, establezcan programas para combatir la violencia, devolver la paz y la tranquilidad a las familias, incidiendo sobre las causas sociales que la originan.
La Santa Sede reconoció el excelente momento por el que atraviesan las relaciones con México y, en ningún momento, ha pretendido herir los sentimientos del pueblo mexicano ni los esfuerzos del Gobierno de la República.
El gobierno mexicano fue notificado de estas declaraciones a través de una nota diplomática enviada a la embajada ante la Santa Sede. En dicha misiva, el Papa Francisco reiteró su cercanía con el gobierno de México.