El 22 de febrero de 2007, Su Santidad el Papa Benedicto XVI publicaba la Exhortación Apostólica Postsinodal Sacramentum Caritatis, sobre la Eucaristía, fuente y culmen de la vida y la misión de la Iglesia. Es este un documento imprescindible para que todos los católicos tengamos criterios de discernimiento seguros. La Eucaristía, la participación en la comunión del Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor, exige de nosotros un comportamiento coherente en nuestra vida tanto en el ámbito privado como en nuestras relaciones sociales.
A los católicos que ocupan cargos de responsabilidad en la vida pública, Benedicto XVI les recuerda la obligación de defender unos principios que no son negociables. A saber: "el respeto y la defensa de la vida humana, desde su concepción hasta su fin natural, la familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer, la libertad de educación de los hijos y la promoción del bien común en todas sus formas".
Con estos principios irrenunciables encima de la mesa, analicemos la situación actual de España:
1.- Respeto y defensa de la vida humana, desde la concepción hasta su fin natural. Respecto a este primer punto, el gobierno actual ¿ha derogado la ley del aborto que promulgó el gobierno anterior? No. El Ministro de Justicia anunció que lo haría, pero hasta la fecha esa ley inicua sigue en vigor y se siguen asesinando con total impunidad a miles de niños inocentes, sin que, al parecer, esto suponga ninguna urgencia para nuestros actuales gobernantes. La premura con la que están afrontando las reformas económicas, al parecer se convierte en parsimonia a la hora de defender la dignidad humana de aquellos a quienes no se permite ni siquiera nacer.
Pero la defensa de la vida y de la dignidad de la vida humana no afecta tan solo a la cuestión del aborto. La dignidad de la vida humana hay que defenderla en cualquiera de sus etapas. El paro atenta gravemente contra esa dignidad del ser humano; y el paro sigue creciendo. Las decisiones económicas, hasta la fecha, han pasado por una subida imparable de impuestos que está empobreciendo a las capas más vulnerables de la sociedad española, mientras se destinan miles de millones a salvar a la banca. Los desahucios están dejando sin vivienda a miles de españoles. Y Caritas se está viendo desbordada ante una situación que está dejando en la miseria a millones de compatriotas. La economía debe estar al servicio de las personas. Mientras esto no sea así, millones de españoles seguirán viendo impotentes e indignados cómo los sinvergüenzas se van de sus puestos con indemnizaciones millonarias mientras los más indefensos pagan los platos rotos. Y aquí nadie ha ido a la cárcel hasta la fecha.
La defensa de la dignidad del ser humano pasa también por el respeto hacia las víctimas del terrorismo; por los ancianos y enfermos, que tienen derecho a que se les atienda y se les cuide; por los niños, que tienen derecho a una educación digna y a que se les proteja y se les cuide, etcétera.
2. La familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer. ¿Ha derogado el actual gobierno la ley que instauró el mal llamado "matrimonio homosexual"? Por supuesto que no. Ni lo harán. Como mucho, maquillará la ley en vigor para que todo siga igual. ¿Ha derogado el actual gobierno la ley del "divorcio exprés"? Tampoco. ¿Se están tomando medidas en serio para que las familias que no pueden seguir pagando las hipotecas no sean echadas de sus casas? Lo de la "dación en pago" depende de la buena voluntad de los bancos: pues estamos apañados. A las familias se las está hundiendo y humillando: paro, subida de impuestos, precariedad de los derechos sociales y laborales… Y se están aprovechando de ellas: si no fuera por el apoyo que las familias se está dando, el estallido social ya habría sido imparable. Son los padres y los abuelos los que están haciendo el esfuerzo de sostener a los hijos y nietos que pierden su trabajo o se quedan sin techo.
Es la familia la que está soportando los ajustes económicos, mientras se siguen manteniendo subvenciones a partidos, sindicatos y organizaciones variopintas que maman de la ubre de nuestros impuestos; mientras tanto, el gobierno mantiene una administración elefantiásica con miles de asesores, diputados, senadores, cargos de confianza y sanguijuelas de todo pelaje que siguen aferrándose a sus sueldos, coches oficiales y poltronas. Gobiernos autonómicos, parlamentos, defensores del pueblo, diputaciones, ayuntamientos…Cientos de fundaciones, empresas y organismos públicos financiados con los impuestos de los ciudadanos sirven para colocar a los amigos del partido o del sindicato, mientras quien no tiene padrino sigue en las colas del paro.
3.- La libertad de educación de los hijos. ¿Ha derogado el actual gobierno la asignatura de Educación para la Ciudadanía? No. En todo caso, ha dicho el ministro del ramo que eliminará los contenidos más controvertidos. Pero la promesa electoral de eliminar la asignatura – como la de bajar los impuestos y tantas otras – ya ha sido olvidada y aquí no pasa nada. Aquí no se trata de que cada gobierno establezca, conforme a su ideología, sus propios "principios fundamentales del movimiento".Se trata de que el Estado no tiene ningún derecho a adoctrinar a nuestros hijos: ni conforme a los principios socialistas, ni conforme a la "moral" centro-reformista, ni liberal, ni conservadora ni del pelaje que sea. El derecho a educar en unos determinados principios morales corresponde a las familias y punto. Y son los padres, conforme a sus creencias religiosas o a sus principios políticos o filosóficas, quienes escogen el tipo de colegio que mejor se amolde a sus convicciones. Y el Estado, que se dedique a lo que se tiene que dedicar: a administrar nuestros impuestos lo mejor posible y a trabajar por el bien común.
4.- Promoción del bien común en todas sus formas. El bien común de los españoles ¿pasa por claudicar ante los terroristas o ante los secesionistas que quieren acabar con lo que une a todos los españoles? ¿Es serio proponer un plan de reinserción y acercamiento de presos terroristas al País Vasco, proponiendo una especie de Educación para la Ciudadanía para que los asesinos sean buenos y no sigan matando? ¿Es serio que el gobierno de España no tome ninguna medida para que la bandera y el himno de España no sigan siendo ultrajados por quienes odian a España? Promover el bien común pasa por defender a las víctimas del terrorismo, no por humillarlas una y otra vez. Promover el bien común pasa por defender sin complejos la unidad de España, defender nuestra historia, nuestra cultura, nuestra lengua común y nuestros símbolos. ¿Se puede estudiar en español en Cataluña, País Vasco o Galicia? ¿Han tomado alguna medida nuestros gobernantes actuales para que se garantice el derecho de cualquier español de estudiar en español? Más bien seguimos en la estrategia de intentar pactar con los secesionistas a toda costa y de que nos tengamos que tragar un día sí y otro también las constantes humillaciones que los españoles sufrimos por parte de quienes nos desprecian yde quienes buscan la ruptura de España.
La derecha pagana no defiende la vida, no protege a la familia, no apoya a las víctimas del terrorismo, ni garantiza la libertad de los padres a elegir la educación que quieren para sus hijos. Y en cuanto al bien común, están esperando a ver qué les dicen los mercados o los burócratas de Bruselas.
Sé que hay muchos católicos bienintencionados que militan o votan al Partido Popular. Y sé que este artículo les molestará. Pero, ¿puede un católico, en conciencia, seguir votando a un partido así? Ustedes mismos. Independientemente de mis opiniones personales, los "principios no negociables" de Benedicto XVI ahí están.