CAMINEO.INFO.- La Ministra de Cooperación Internacional del Gobierno de Canadá, Beverley Oda, ha revelado en rueda de prensa la nueva Estrategia 2010 de la Agencia Canadiense para el Desarrollo Internacional (CIDA) que se resume en la siguientes palabras de Mrs. Oda:
“Nuestro gobierno ayudará a las y los niños que viven en condiciones de pobreza a que se conviertan en personas adultas emprendedoras, comprometidas y productivas”.
La estrategia pretende conseguir los siguientes objetivos declarados:
1º) Aumentar la supervivencia infantil
2º) Aumentar la salud materna
3º) Mejorar la calidad de la educación
Si en principio no había nada que objetar a estas declaraciones de intención, la duda nos ha surgido –como de costumbre- tras leer la letra pequeña del documento marco de esta estrategia:
“En las Américas, en donde las tasas de mortalidad materna están estancadas y el embarazo de adolescentes va en aumento, estas metas no pueden lograse sin una renovada atención a la salud sexual y reproductiva, especialmente de las niñas pequeñas".
Y la duda se ha convertido en inquietud cuando hemos conocido el entusiasmo con el que Carmen Barroso (Directora regional para el Hemisferio Occidental en la multinacional pro aborto IPPF) está pidiendo más aportaciones económicas:
“La estrategia del nuevo compromiso de Canadá con las Américas se beneficiaría inmensamente de inversiones sustanciales en programas de salud sexual y reproductiva, que son costo-efectivas y tienen importantes efectos multiplicadores, pero que todavía no han atraído suficiente apoyo de donantes.”
En definitiva: Parece cada vez más evidente que la lucha por la educación y la supervivencia infantil, así como por la salud maternal, está sirviendo a los promotores de los anticonceptivos y del aborto como una coartada perfecta para llevar a cabo sus planes en todo el mundo. Por supuesto, no se presentan como son, sino antes bien se presentan como defensores del bien común: De esta manera, quienes no les conocen de manera suficiente van aportándoles su ayuda, sin saber que al final ese dinero va a gastarse en anticonceptivos y aborto.
¿Desarrollo humano… sin seres humanos? No lo entendemos. Por eso mismo no nos cansaremos de recordar cuantas veces haga falta que sólo podrá haber un verdadero desarrollo humano en la medida que protejamos el derecho a la vida de todo ser humano. Y que sólo podrá haber un verdadero desarrollo social en la medida que se proteja la familia, célula básica de la sociedad. Olvidar algo tan obvio sólo puede traer consecuencias desastrosas. Para todos.