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LA RAZÓN |
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LA RAZÓNSat, 05 Jun 2010 17:32:00
Inés Robledo Aguirre
Cuando el hombre se cierra a la razón, olvida la verdad y la sustituye por la opinión, no encajan, ciertos criterios en este mundo que necesita ajustes.
La vida podríamos compararla, como una gran maquinaria, toda ella necesita un gran engranaje donde se van entremezclando piezas que van haciendo que el ajuste de ellas, suponga el funcionamiento de esa maquinaria. Sean locomotoras, telares, embalsadotas…, cualquiera que sea su producción, necesita un componente fuerte de piezas que convierta los pequeños elementos en grandes empresas.
Por eso la razón, el ajuste de pensamiento y la rectitud de intención, serán la clave de esa sinrazón, que tanto sorprende al sustituir verdad, por opinión.
El hombre tiene grandes fuentes dónde alimentarse: la cultura, el esfuerzo y el trabajo son acicates para fortalecer a la sociedad.
La religión, la VERDAD, el pensamiento noble y limpio, la honradez y la amistad, deben ser el aliado para llegar a la razón.
¿No es esto, suficiente para centrar esas lagunas del vacío, que confunden y desorientan?
La debilidad humana, sin fundamento, arrastra al vacío. Por el contrario, la fortaleza construye grandes ideales.
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