El domingo 23 la Iglesia celebra el Domund o Domingo Mundial de la Propagación de la Fe. Hay una gran generosidad por parte de muchos, pero a otros, el anuncio del Evangelio les parece que no va con ellos. Si de verdad conociéramos el regalo tan inmenso que es la fe, la repartiríamos a manos llenas, sobre todo a nuestros hijos, a nuestros amigos y compañeros. ¡A todos los que viéramos necesitados!
El mundo en que vivimos necesita, hoy más que nunca, que expliquemos cuál es el sentido del compromiso social del cristiano. En estos momentos de la historia hemos llegado a prescindir de Dios, lo que lleva a un vacío existencial y a permanecer ajenos a las necesidades de los demás. Han pasado los años en los que había que evangelizar fuera de nuestra tierra. Ahora, hay que evangelizar también en nuestro entorno.
Los católicos sabemos que Dios puso en las manos del hombre la transmisión de la vida y el cuidado del mundo. Éste es el encargo que debemos cumplir. Ya sea en España, ya sea en el lugar más recóndito de la tierra.