Verdugo 5. m. Ministro de justicia que ejecuta las penas de muerte… La imagen del verdugo la tenemos en la retina por la influencia del cine, con escenas en las que se ve a éste –encapuchado y armado con una gran hacha- cortar la cabeza del reo; o cualquiera de los procedimientos usados a lo largo de la historia para ejecutar a un condenado a muerte. En nuestros días –cuando se ha abolido la pena de muerte- sufrimos una nueva figura de verdugo o, más bien, varias, todas ellas a cara descubierta, para ajusticiar al mismo “reo”: el inocente abortado.
He leído “El próximo mes de octubre los especialistas en interrupciones de embarazos con intención homicida celebrarán en Sevilla (Hotel Meliá) un congreso internacional de abortología”, que cuenta con el triste patrocinio del Excmo. (ya no) Ayuntamiento de Sevilla. La suma de los verdugos que participan en el asesinato del inocente, a saber: la madre –en ocasiones ignorante de lo que hace-, el médico –tal vez por mantener el puesto de trabajo-, y los laboratorios y clínicas que facilitan los medios para la ejecución, todos ellos por hacerse ricos, son solo la punta del iceberg, porque el máximo culpable es el legislador que, con la única sinrazón de una ideología disolvente, ha elevado el asesinato a la categoría de derecho.