Pontevedra/ESPAÑA.- En la fachada del llamado santuario de las Apariciones se conservan de los pocos restos del siglo XV: varios arcos de medio punto sobre columnas
En el siglo XV Pontevedra vivía uno de sus momentos de máximo apogeo: seguía construyendo la muralla (los historiadores creen que llegó a tener tres cercas ya que su contorno fue ampliado en dos ocasiones) y las Torres Arzobispales. Fue en ese siglo cuando se construyó el claustro medieval cuya estructura original se ha perdido. Sus restos, de los pocos que conservamos del siglo XV, están en la fachada del llamado santuario de las Apariciones.
S. REGUEIRA - PONTEVEDRA Pontevedra contó con impresionantes edificios medievales, las Torres Arzobispales a la cabeza pero también el Hospital de Corpus Christi o la Bastida Grande, un castillo integrado en la muralla para defender una de sus principales puertas, la de Santo Domingo. Nada queda de ellos, al igual que de los hospitales "dos gafos", ubicado en la Moureira de Abaixo, y "dos lázaros", en las inmediaciones de la iglesia de la Virgen del Camino.
De hecho, la ciudad del Lérez apenas cuenta con patrimonio anterior al siglo XVI. Entre las excepciones, los restos de un claustro medieval que pueden contemplarse en el llamado santuario de las Apariciones (ya que según la tradición la Virgen se apareció en este recinto a la vidente de Fátima, Sor Lucía) que han sido estudiados por el arquitecto y profesor Rafael Fontoira Surís.
Éste localizó en el cercado de la huerta de este edificio, dedicado actualmente al culto mariano, "marcas de canteros y una puerta tapiada con mochetas, elementos demostrativos de su origen medieval".
El claustro, explica el arquitecto, "es de arcos de medio punto apoyados en columnas de orden toscana y en el interior del edificio hay una puerta tapiada rematada en un arco conopial ya del siglo XVI".
El experto (que en su obra "Pontevedra Monumental" documentó los restos medievales de la ciudad) recuerda que esta calle se llamaba en el siglo XV calle de Domingo Lobeira. "Más tarde se denominó rúa do Peso da Fariña", añade, "y en ella se encontraba el pazo de los Arias Teijeiro, pero ignoramos si los restos del claustro tienen que ver con este pazo".
Entre los restos del siglo XV que recogió en su inventario Fontoira Surís también figura "la casa más pequeña de la plaza de A Ferrería en su lado oeste, todas las casas de la plaza eran como esta, obra probablemente del siglo XV".
Asimismo, se conservan restos de muros medievales en la calle Cousiño y en la parte posterior del actual Parador de Turismo, caso de los canzorros (piedras que sobresalen de la pared para sostener otras o bien soleras de balcones y ventanas) ubicados la calle Formigueira.
En la Enfesta de San Telmo perviven muros medievales y Fontoira Surís documentó restos de la torre del pazo de la familia Cruu en el interior de la llamada "casa del arco", en la plaza de Méndez Núñez.
En este sentido, explica que "el pazo de los Cruu, una importante familia pontevedresa desde su participación en la conquista de Sevilla al lado del rey Fernando III, ocupaba el actual palacete donde murió el almirante Méndez Núñez. Tenía un gran torreón almenado del que quedan restos".
Es medieval asimismo el pazo los Mariño de Lobeira, en la calle César Boente. Es una de las casas más antiguas y hermosas del centro histórico y también la más amenazada: tras ser abandonada ha sufrido recientemente dos incendios y su perímetro continúa vallado.
Su estado de deterioro es tan avanzado (ha caído la viga central que sostenía el tejado) que los vecinos temen su desplome. De hecho, su caída parece ser el próximo capítulo de la historia negra del patrimonio pontedrés.
Fontoira Surís es uno de los muchos pontevedreses que reclama el inventariado y la conservación de este edificio que cuenta con un arco ojival que da acceso a la plaza de Mugartegui.
Por su parte, en A Verdura se conserva una ventana grande gótica y el soportal con dos arcos apuntados (que tienen una inscripción también gótica). "Estos últimos vestigios", explica el arquitecto, "nos demuestran que la villa de Pontevedra tenía soportales ya en la Baja Edad Media".
La bellísima cabecera gótica de las ruinas de Santo Domingo, (en cuyo interior pueden verse los restos de la portada de la iglesia de San Bartolomeu o Vello y las interesantes tumbas de Paio Gómez de Soutomaior y de Diego Álvarez de Soutomaior) no podían faltar en un paseo por la Pontevedra medieval, otro modo si se quiere de encarar la próxima Feira Franca.
