Cuando uno vuelve a los «lugares de su vida», las piedras hablan. Parece
que los acontecimientos que allí tuvieron lugar se hubieran quedado
escondidos en el aire, esperando que sus protagonistas regresaran para
aspirar su perfume.
De repente, el pasado se pone misteriosamente en
pie, y saboreamos de nuevo lo que entonces vimos.
He escogido el Lago de Galilea como motivo para este libro porque se
trata de un escenario especialmente evocador en la vida de Cristo.
Cuanto allí sucedió, cada gesto y cada palabra, parecen cuidadosamente
escogidos por Jesús como parte de lo que fue la primera catequesis de la
Historia.
Esas aguas hablaron al Hijo de Dios, y Él quiso servirse
de su elocuencia como de un acorde que acompañara su enseñanza.
Al igual
que el Monte Tabor o el Huerto de los Olivos, fue un escenario buscado a
propósito por Él. Cuando allí estuvo, nada dejó Jesús al azar: cada
gota de agua y cada golpe de viento forman parte de una sinfonía divina.
En
la primera parte del libro, dejaremos hablar al escenario: las orillas,
la barca de los pescadores, las tormentas, la noche, la pesca…
Después,
en la segunda parte, contemplaremos siete escenas que allí tuvieron
lugar: la oración de Jesús al amanecer, el discurso pronunciado desde la
barca de Pedro, la primera pesca milagrosa, la llamada de los cuatro
primeros a orillas del lago, la tormenta calmada, la visión del Señor
caminando sobre las aguas, y, finalmente, la aparición de Jesús
resucitado y su reencuentro con Pedro.
12,5X19 cm.
192 pags.
PVP. 12,95¤