Tres hechos
marcaron la agenda política de EEUU en las últimas semanas e
indudablemente tendrán repercusión en todo el mundo. Lo reseñable es que,
por primera vez en mucho tiempo, estos acontecimientos son logros del
movimiento pro vida norteamericano. Cecile Richards, presidente de Planned
Parenthood Federation of America, a través de su cuenta de Twitter, de alguna
manera confirmó que los pro vida han avanzado mucho en este tiempo: “Se temía
lo peor. Hoy esos temores fueron confirmados junto a Neil Gorsuch”.
PRIMER ACONTECIMIENTO:
El viernes
7 de abril será una fecha difícil de olvidar. El juez Neil Gorsuch fue
confirmado por el Senado para integrar la Corte Suprema de EEUU. El Presidente
Trump comenzó entonces a cumplir una de sus promesas de campaña que producirá
los cambios más radicales en relación al aborto y a toda la agenda pro vida
(sí, el mismo “Trump” que gran parte de la prensa nos quiere vender como un
monstruo y sobre el que toca hacer revisión de prejuicios, estereotipos e imágenes
fantasma que se inventan los periodistas).
Gorsuch es
el inicio del recambio de jueces de la Corte Suprema que, si todo sigue en esta
línea, podrá modificar definitivamente la mayoría pro aborto de las últimas
décadas. Hoy como nunca se puede decir que es perfectamente posible que la
sentencia Roe vs. Wade, que legalizó el aborto en EEUU, sea finalmente
revertida. Y eso lo sabe cualquier activista pro vida y pro aborto de EEUU y
del mundo.
Si Cecile
Richards tuiteó que la confirmación de Gorsuch es “lo peor”, es porque Gorsuch
ha sostenido lo siguiente en sus escritos: “que una persona pueda tomar una
vida humana intencionalmente es SIEMPRE un error." Es un magnífico primer
paso, impensable hace un año, cuando murió el Juez Scalia y todos, hasta los
más optimistas pro vida, pensaban que Obama –o su supuesta sucesora Hillary
Clinton– pondría un juez nuevamente pro aborto.
SEGUNDO
ACONTECIMIENTO:
El 13 de
abril el Presidente Donald Trump firmó una ley derogando el mandato de Obama
que buscaba blindar los fondos públicos de los estados para Planned
Parenthood.
Esto
significa que ahora cada uno de los 50 estados de EEUU puede ahora elegir dar
fondos públicos de planificación familiar y prevención en salud a instituciones
que no maten niños por nacer. Y, por lo tanto, puede dejar a Planned Parenthood
fuera del reparto.
La ley
tiene un significado adicional pues es la primera legislación pro vida en los
últimos 14 años y que permitirá a los diferentes Congresos estatales quitarles
gran cantidad de dinero a la industria del aborto.
A
principios del mes de Abril la Cámara de Representantes de EEUU había rechazado
la moción H.J.Res. 43 que buscaba prohibir a los Estados quitarles fondos a los
programas de Planned Parenthood. La moción H.J.Res. 43 fue uno de los
últimos actos de gobierno de Obama, un intento desesperado de “blindar” los
fondos para Planned Parenthood, que el ex presidente impulsó a pesar de que los
medios de comunicación mostraron videos que denunciaban del tráfico de órganos
fetales en clínicas de esta organización pro aborto.
La semana
pasada el Senado confirmó este dictamen en una votación 50 a 50 cuyo empate fue
dirimido por el vicepresidente Mike Pence.
Se estima
que Planned Parenthood perderá unos 60 millones de dólares. El objeto de la ley
es que esos fondos retirados a la práctica del aborto sean redirigidos al
cuidado integral de la salud de la mujer.
Nuevamente
un paso adelante decisivo e impensable antes del 8 de noviembre. Y de nuevo,
una oportunidad para seguir avanzando en poner las condiciones para que ninguna
vida sea amenazada antes de morir en los Estados Unidos.
TERCER
ACONTECIMIENTO:
El 4 de
abril los medios de comunicación informaron que la Administración Trump había
cortado los fondos de EEUU para el Fondo de Naciones Unidas para Actividades en
Población - UNFPA. El apoyo de UNFPA a la política de un solo hijo (ahora de
dos) aplicada en China determinó que UNFPA fuera inelegible para recibir
financiación federal de EEUU. La decisión del Departamento de Estado se dio a
conocer a través de una carta dirigida al presidente del Comité de Relaciones
Exteriores del Senado de los Estados Unidos, Bob Corker. En esta comunicación
se reprocha el reiterado apoyo de UNFPA al programa de planificación familiar
del gobierno chino que incluye prácticas coercitivas tanto de abortos como de
esterilizaciones, incompatibles con los mínimos estándares de respeto a los
derechos humanos.
Obviamente
UNFPA seguirá con su agenda, pero está seriamente “herida” con esta
restricción, no solo por los montos involucrados, sino también por ser el país
que es el que se los quita y, más que nada, por las razones argumentadas y
probadas. Hoy en día será muy difícil a cualquiera defender la “neutralidad” y
la “bondad” de la actividad de UNFPA cuando se sabe que ha estado y está aliada
con el régimen más perverso del mundo en materia de control natal.
En resumen,
tres hitos fundamentales que tienen que poner en marcha al movimiento pro
vida pero que, al mismo tiempo, son la prueba de que el tesón y dedicación
constante de tantos amantes de la vida está dando resultados en la política.
Muchos de los que rodean ahora al presidente Trump en algún momento tuvieron
que optar por meterse a este “pantanoso” mundo al que arribaron sin dejar de
lado sus valores.
Desde luego, no
todos en el gobierno actual tienen la misma actitud y nada asegura que no haya
algún escándalo en un futuro sobre muchos temas, pero eso no les impidió a los
valientes meterse a pelear por lo que creían con las nobles armas de la
política. Y hoy ven su recompensa. En todo caso, es un claro mensaje para todos
los demás que tengan esta misma inquietud: meterse en política es un riesgo
pero es una necesidad y, de vez en cuando, produce alguna satisfacción… que
además beneficia a millones de personas.