El Ministerio de Educación ha aprobado una resolución por la cual los alumnos musulmanes tienen el derecho de recibir enseñanza religiosa islámica en los centros públicos, privados y concertados siempre y cuando este derecho no entre en contradicción con el carácter propio del centro.
Las decisiones sobre la utilización de libros de texto y materiales didácticos, así como la supervisión y aprobación de los mismos corresponden a las autoridades religiosas. La Comisión Islámica de España defiende que el área de religión islámica contribuye en gran medida al desarrollo de la competencia lingüística, ya que la presencia en el aula de árabe y castellano añade un valor a la enseñanza.
Según la decisión aprobada por el Ministerio de Educación, la asignatura de religión islámica potencia la imaginación de los alumnos y alumnas, les lleva a desarrollar y evaluar acciones y hacerse preguntas, promueve el diálogo, la cooperación y el trabajo en equipo, desarrolla la responsabilidad, la autoestima, el respeto a las ideas de los demás, entre otros.
Como el área es muy amplia, se ha hecho una selección de los puntos fundamentales que se incluirán en el aprendizaje. Así por ejemplo, algunos de los temas que los niños de Educación Primaria tendrán que estudiar son: Conocer y arraigar la fe en Al-lah, reconocer el Corán como palabra de Dios revelada al profeta Mahoma conocer y participar en las prácticas del Islam como la oración, el azaque, el ayuno, la peregrinación y las festividades religiosas, conocer a Mahoma, leer, recitar y memorizar diferentes fragmentos del Corán y profundizar en sus estudio…
Según se explica en la resolución del Ministerio de Educación, “la indagación, la iniciativa personal, búsqueda de información, la moderación en el culto, el consenso, la consulta, la interpretación correcta de textos, la crítica, el correcto tratamiento y la utilización de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, relativas al Islam, serán el objeto de estudio central del área de religión islámica”
El objetivo es que el alumno musulmán vaya progresando en sus saberes a la vez que hace vida los valores que va adquiriendo, reflejándolo así en sus comportamientos y actuaciones de la vida.