«Nos encontramos ante un ataque en toda regla contra la asignatura de Religión»

En lo que respecta a la asignatura de Religión, hay un cambio sustancial. Por un lado, aparece una asignatura alternativa a la Religión que es evaluable. Esa es una de las grandes novedades en Primaria y en Secundaria. Esto en principio es positivo, pero no olvidemos que se trata de una decisión que se ganó en los tribunales, que confirmaron que los alumnos que elegían la asignatura de Religión estaban siendo penalizados por tener que estudiar una asignatura más que el resto de los compañeros.

Parecía el problema resuelto, entonces.

Eso pensábamos. Porque desde hace más de veinte años, cada vez  que hay un cambio político, hay reformas educativas y el tema que se maneja siempre, delante de la opinión pública, es la asignatura de Religión, utilizada como excusa, mientras que los grandes problemas de la educación en nuestro país, como son el fracaso escolar, las competencias, la salida laboral, el desarrollo de la formación integral, de eso no se habla.

Lo que no se esperaba era el siguiente paso.

Efectivamente, cuando el Ministerio sacó el Decreto, con el horario de la asignatura de Religión reducido al 50%, evidentemente nos encontramos ante un ataque en toda regla, porque con 45 minutos a la semana en Primaria no se puede hacer absolutamente nada, no puede desarrollarse un currículum serio de la asignatura en tan poco tiempo. De hecho, ninguna asignatura del rango a la que se equipara la asignatura de Religión en la nueva ley, que son las asignaturas específicas, tienen una carga horaria tan ínfima.

Junto con esto, otro dato importante es que la reforma deja a las Comunidades Autónomas decidir cuál va a ser la carga horario de las asignaturas específicas, entre las que se encuentra la nuestra. El resultado es que se puede dar el caso de encontrarnos con 17 horarios diferentes para esta asignatura.

¿Qué ha pasado en Asturias?

En Asturias, finalmente, ha quedado reducido a 60 minutos. Un tercio: una reducción importante. Y luego de difícil encaje en la vida interna de los centros, porque un centro que esté estructurado con sesiones de 45 minutos, veremos a ver cómo logran encajar eso, con la dificultad añadida de la organización, que aunque la consejería ha dado directrices de cómo hacerlo, qué duda cabe que será complejo.

¿Qué sucederá aquí con los profesores de Religión?

En Asturias, como en el resto de las Comunidades Autónomas, el curso que viene se implantará la LOMCE en primero, tercero y quinto de primaria, es decir, en la mitad de los cursos. Hasta que no llegue el curso 2015-2016 no quedará implantada en toda la Primaria. La repercusión que va a tener en el número de profesores de Religión lo sabremos exactamente en ese curso, porque de momento, al no estar completa la reforma no habrá movimientos. Pero qué duda cabe que los habrá.

¿Qué reacciones ha habido en el seno de la Iglesia ante estos cambios?

 El Secretario de la Conferencia Episcopal, José Gil Tamayo, hizo unas manifestaciones respecto a este tema, y la Conferencia Episcopal ha presentado una queja al Ministerio de Educación sobre la reducción horaria. Desde la Delegación diocesana de Enseñanza y Catequesis, en Asturias, hemos presentado alegaciones, poniendo sobre la mesa el incumplimiento que se produciría si se llevara a cabo esta reducción en la carga horaria. Y evidentemente, cuando el Decreto esté aprobado por el Parlamento asturiano, nosotros seguiremos con las medidas que la ley nos permite.

¿Qué decirles, entonces, a los padres de familia y los alumnos que escogen la asignatura?

En primer lugar les felicitamos por confiar en la educación religiosa de sus hijos y animarles, porque a pesar de las dificultades políticas siguen ahí. Les animamos a que se sigan matriculando, porque merece la pena, y que no olviden que es su decisión, que nadie decida por ellos, por muchas dificultades que le pongan a la asignatura. Es importantísimo el apoyo de los padres y los alumnos, porque la asignatura de Religión no sólo tienen que defenderla los Obispos o los profesores. Tenemos que defenderla entre todos, y los primeros, los que se benefician de esta educación, que son los alumnos y las familias.

Respecto al tema de los conciertos en los centros de Educación diferenciada, ¿qué opinión le merece, desde esta Delegación?

Lo único que podemos decir, desde la Iglesia, es que quien decide y quien tiene la responsabilidad de la educación son los padres, y ellos son los que eligen el modelo que quieren para sus hijos. El Estado o los partidos políticos no tienen que decirnos cómo pensar, cómo tenemos que vivir. Si hay familias que consideran, y encima están avalados por estudios y experiencias en otros países, que la educación diferenciada va a hacer que su hijo en esta etapa desarrolle mejor sus capacidades, adelante. El Estado sólo tiene que ayudar.

http://www.alfayomega.es/noticias_digital/2014/07/20140710_asignaturaReligion.php