¿Qué
significado tiene el trabajo y qué significa ser padre? Son dos temas que
aborda el Papa Francisco en la parte final de su carta Patris
corde (8-XII2020)
sobre san José. Continuamos aquí la invitación
a la lectura de la carta que iniciamos hace unos días.
Desde León XIII (cf. enc. Rerum novarum, 1891), la Iglesia propone a san
José como modelo de trabajador y patrono de los trabajadores. Al contemplar la
figura de san José, dice Francisco en su carta, se comprende mejor el
significado del trabajo que da dignidad, y el lugar del trabajo en el plan de
la salvación. Por otra parte, hoy nos conviene a todos una reflexión sobre la
paternidad.
El trabajo y el plan de la salvación
“El trabajo –escribe el Papa– se convierte en participación en la obra misma de
la salvación, en oportunidad para acelerar el advenimiento del Reino, para
desarrollar las propias potencialidades y cualidades, poniéndolas al servicio
de la sociedad y de la comunión. El trabajo se convierte en ocasión de
realización no solo para uno mismo, sino sobre todo para ese núcleo original de
la sociedad que es la familia” (Patris corde, n. 6).
Cabe subrayar aquí dos referencias interconectadas: una es la relación
del trabajo con la familia. La otra es la situación actual, no
solo la pandemia sino el marco más amplio, que pide revisar nuestras prioridades
en relación con el trabajo. Así escribe Francisco:
“La crisis de nuestro tiempo, que es una crisis económica, social, cultural y
espiritual, puede representar para todos un llamado a redescubrir el
significado, la importancia y la necesidad del trabajo para dar lugar a una
nueva ‘normalidad’ en la que nadie quede excluido. La obra de san José nos
recuerda que el mismo Dios hecho hombre no desdeñó el trabajo. La pérdida de
trabajo que afecta a tantos hermanos y hermanas, y que ha aumentado en los
últimos tiempos debido a la pandemia de Covid-19, debe ser un llamado a revisar
nuestras prioridades” (Ibid.).
La sombra del Padre
En la ultima parte de su carta, el Papa se detiene a considerar que José supo
ser padre “en la sombra” (cita el libro de polaco Jan Dobraczy