A Taulero, dominico y místico (siglo XIV)
Con todo mi afecto, "doctor sublime":
En un magnífico libro de espiritualidad de V. Lehodey que lleva por El santo abandono[1] encontré un comentario a un suceso de tu vida que heutilizado frecuentemente en mi predicación y que pienso puede servir para introducir este tema. Se trata del Diálogo del teólogo con el mendigo y dice así:
«Un teólogo