El cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de la Santa Sede,
ordenó el sábado 5 de septiembre a 29 sacerdotes de la prelatura del
Opus Dei, en la basílica de San Eugenio de Roma, provenientes de 13
países. Dos de ellos: Martín Ezequiel Luque Marengo y Miguel Agustín
Mullen son de la Argentina.
Al inicio de la liturgia se leyó una carta del Santo Padre al
cardenal Parolin en la que felicita a los 29 sacerdotes y a sus
familias, “de modo particular, a quienes por causa de la emergencia
sanitaria no pueden estar presentes en la ordenación".
Francisco expresó en su misiva: "Pido a los nuevos sacerdotes que
consideren junto a la grandeza del don del sacerdocio, el significado de
recibirlo precisamente en estos momentos de tanto dolor en el mundo, en
el que se hace especialmente palpable la presencia de Cristo doliente y
misericordioso; una presencia que el Señor quiere que se realice a
través de su ministerio”.
“Al igual que los discípulos, -se lee en el texto- experimentaremos
que, con Él a bordo, no se naufraga. Porque esta es la fuerza de Dios:
convertir en algo bueno todo lo que nos sucede, incluso lo malo”.
El Santo Padre concluye pidiendo a los nuevos sacerdotes que "por su
unión con el Papa hagan siempre realidad aquella aspiración de san
Josemaría: ‘Todos, con Pedro, a Jesús por María’".
El pontífice envió la “afectuosa felicitación al querido monseñor
Fernando Ocáriz, prelado del Opus Dei, con mi deseo de que el Señor lo
siga ayudando a cumplir su servicio fiel y alegre a la Prelatura y a la
Iglesia entera, de modo especial en este año de preparación para su
jubileo sacerdotal”.
En la homilía, el cardenal Parolin profundizó sobre la figura del
buen pastor, que inspira a cada sacerdote a ser “fuente de vida, de
misericordia, de sencillez”.
Recordó que “ser pastor no consiste en una serie de tareas sino en
asumir un estilo de vida”. El pastor, por ejemplo, “no vive donde desea,
sino donde es mejor para el rebaño”. El pastor “no es tanto quien guía a
los demás sino quien comparte su vida con las ovejas”. La idea del
pastor “no se refiere al gobierno sino a la vida, y por eso Jesús
caracteriza al buen pastor como aquel que da la vida por las ovejas”.
“El ministerio que asumís, queridos ordenandos, es una cuestión de
vida, no lo olviden nunca”, dijo el Secretario de Estado. “No se los
llama “a hacer cosas sino a dar y a compartir la vida y así podréis
realizar plenamente la llamada a actuar ‘en la persona de Cristo’”. Así
“podrán encarnar el ‘estilo de Jesús’. Porque, como escribe san
Josemaría Escrivá, el sacerdote —sea quien sea— es siempre otro Cristo”.
Ser pastores hoy “significa ser testimonios de misericordia”. “Sé
cuánta importancia conceden en su vida al sacramento de la
reconciliación y no puedo más que exhortarlos a continuar haciéndolo,
para ser dispensadores de la gracia y el perdón del Señor: el mundo de
hoy tiene gran necesidad”. “Que las palabras de su predicación sean
palabras de vida: antes que exhortar, proclamen siempre la belleza de la
salvación; esta belleza nos atrae para vivir luego una vida moral a la
altura de la llamada”.
Otra característica del pastor -explicó el cardenal Parolin- es la
sencillez, que nace de la transparencia de la oración y se manifiesta en
opciones concretas como “llevar una vida ordenada, sin dejarse
involucrar en mil cosas, que podrían poner en riesgo la simplicidad de
un corazón dedicado plenamente al Señor”.
Por último, el cardenal se refirió a la necesidad de tener presentes
la misión de “llevar a todos la voz del buen pastor, para que se sientan
amados por Cristo”.
“La Iglesia los acompaña, todos los acompañamos con nuestra oración; y
la Iglesia les agradece su sí, el ofrecimiento de toda su vida”,
concluyó el purpurado.
Al concluir la ceremonia, el prelado del Opus Dei agradeció la
presencia del Secretario de Estado, que justamente ayer estuvo en el
Líbano para llevar la cercanía y la solicitud del Papa: “Su presencia
nos lleva inmediatamente a la del Santo Padre Francisco, quien envía la
bendición apostólica a los nuevos sacerdotes, a sus familias y a todos
los presentes en esta celebración. Sigamos apoyando al Papa y a sus
colaboradores con nuestra oración”, pidió el prelado. +