Cerca de dos mil peregrinos procedentes de Madrid, Cataluña, Aragón, Navarra, La Rioja y Valencia han celebrado en Torreciudad la 11ª edición de la Fiesta de la Virgen del Quinche, Patrona de Quito (Ecuador). En torno a su festividad, el 21 de noviembre, el santuario reúne cada año a cientos de familias inmigrantes originarias de Ecuador y residentes en nuestro país. Se trata de una fiesta popular que se encuentra muy arraigada en la devoción a esta advocación mariana. Los participantes han podido revivir costumbres religiosas y culturales habituales en su nación.
La jornada ha comenzado a las nueve de la mañana con una procesión desde el Crucero, un kilómetro antes de llegar al santuario. La imagen de la Virgen llevada en andas ha ido acompañada por pétalos de flores arrojados a su paso, cantos marianos y el rezo del Rosario por parte de los peregrinos. Un bandeo de campanas ha recibido la procesión al entrar a la explanada del templo y también se ha cantado el himno nacional de Ecuador. El rector de Torreciudad, mons. Javier Cremades, les ha dado la bienvenida y ha dicho que "querer a Ecuador es querer a la Virgen del Quinche. Ponéis ahora a sus pies tantas cosas que os han hecho sufrir y también tantas otras que os han hecho felices. Todo lo que traéis en el corazón, especialmente vuestras familias. Os pedimos perdón si alguna vez no os hemos tratado bien."
Después ha tenido lugar una extendida costumbre entre el pueblo ecuatoriano, la bendición individual de vehículos y diversas imágenes por parte de varios sacerdotes mediante una oración y el uso de agua bendita. Un grupo de voluntarios ha atendido las visitas guiadas al retablo, la capilla del Santísimo y la galería mariana, mientras que otros fieles han aprovechado para confesarse.
A las doce se ha celebrado la Eucaristía oficiada por el rector, con el acompañamiento musical litúrgico a cargo de la organista titular del santuario, Maite Aranzabal. En la homilía mons. Cremades ha pedido oraciones por las víctimas de los recientes atentados, y en esa línea ha recordado que "al mundo le falta la Madre de Dios, su ternura y su protección. Porque mucha gente no sabe que es hijo de Dios e hijo de María." También ha pedido por los refugiados de todo el mundo: "¡son hermanos nuestros!", ha afirmado siguiendo la expresión del papa Francisco.
Durante toda la mañana un equipo de voluntarias ha atendido el servicio de guardería. Al acabar la misa, una niña vestida de ángel ha recitado una poesía a la Virgen del Quinche y la imagen se ha trasladado al atrio del templo. Una selección de danzas tradicionales ecuatorianas, bailadas con vistosos trajes multicolores, ha puesto punto final al encuentro. Estos bailes folclóricos han sido interpretados por los grupos "Nuevo Amanecer", "Euroamérica" y "Corazón andino", de Lleida, y los "Negritos Sabrosos" e "Ilusión ecuatoriana" de Zaragoza.