CAMINEO.INFO.- Cuando San Josemaría Escrivá llegó a Roma a explicar a las altas instancias vaticanas en que consistía su Opus Dei, esa Obra de Dios con unas ideas tan nuevas y a la vez tan viejas como el Evangelio, cuando llegó diciendo que la santidad no era cosa de privilegiados que tenían que retirarse del mundo para conseguirla, cuando repitió una y mil veces que todo cristiano por el hecho de serlo se podía santificar en medio del mundo con un trabajo honrado y una familia para poder meter a Cristo en todas las actividades de la sociedad civil, aquello sonó tan nuevo que le dijeron “Llega usted con 100 años de adelanto”. No era así, más adelante el Concilio Vaticano II corroboraba de forma oficial toda la teoría del Opus Dei.
San Josemaría no tuvo miedo, siguió en su empeño y abrió las puertas del mundo a Cristo, hizo exactamente lo que el Beato Juan Pablo II nos pidió desde el primer momento en que salió al balcón recién elegido Pontífice. Y esto es lo que tenemos que hacer nosotros, no tener miedo a abrir las puertas de nuestro corazón a Cristo aunque los tiempos sean revueltos y difíciles. Hay una persecución cada día más clara a los cristianos y un odio a la Iglesia más evidente en todo el mundo y en España por supuesto, pero no tengamos miedo, hay que ser cristianos de verdad, dar la cara y todo lo que haya que dar por Dios, con valentía, con firmeza y con serenidad.
El Señor está detrás de nosotros ayudándonos y aunque haya que pasarlo mal Dios no pierde batallas. Ánimo cristianos el beato Juan Pablo II, ejemplo de vida santa y difícil, desde el cielo nos sigue repitiendo “¡no tengáis miedo!” y san Josemaría Escrivá también es un ejemplo de cómo hay que vivir en tiempos difíciles y sin ser entendidos.