CAMINEO.INFO.- Justiniano/ARGENTINA.- Coherente. Frontal. Comprometido con la Iglesia y la verdad. Así lo definió ayer el sacerdote Pedro Lucchese al desaparecido cura Adrián Margaritini, quien falleció a las 21 del jueves, a los 38 años.
Tal como publicó EL DIARIO en su portada de la víspera, Margaritini había sido canciller en los años 80 del extinto monseñor Alfredo Disandro y también estuvo al frente de la parroquia Santa Rita de Cascia, en el barrio Bello Horizonte. Además, por casi cuatro años fue el cura párroco de Etruria.
Hace más de una década, sufrió un grave accidente que lo llevó a detectar un problema coronario, justamente el que le provocó el deceso, a días de cumplir sus 39 años, lo que iba a ocurrir el 15 de mayo.
Margaritini había contraído Gripe A en 2009 pero ya se había curado, confiaron ayer las numerosas fuentes consultadas por EL DIARIO.
“Era un chico entregado, con mucho amor a la Iglesia. Hacía y se disponía hacer siempre. Una persona de mucha entrega”, definió el sacerdote de la iglesia Catedral, Lucchese, al ser abordado por nuestro matutino.
“Esta muerte nos cuesta también a nosotros, hay sentimientos encontrados por lo que ha sucedido, pero también la certeza de que está recibiendo lo que Jesús le prometió: el Cielo”, manifestó.
Margaritini “trabajaba con el Camino Neocatecumenal y estaba acompañando como asesor a los matrimonios. Además, ha sido secretario de canciller”, recordó.
El párroco se había comenzado a sentir mal el pasado sábado, por lo que se dirigió hasta su casa, en Cruz Alta, de donde era oriundo.
En la tarde del jueves se descompuso mientras oraba. Su hermana llamó al padre Néstor a oficiar misa porque Adrián se sentía muy mal, al punto tal que debió recibir tareas de animación en el nosocomio de Cruz Alta, de acuerdo a los testimonios recogidos.
“No hubo nada que hacer. Lo trasladaron hasta Monte Buey pero llegó sin vida”, se lamentó Lucchese.
“En el año sacerdotal, Jesús pide un signo para el prebisterio y en esta Diócesis el signo es esta muerte, que seguramente va a traer muchas bendiciones”, concluyó el pastor.
Homenaje
A las 10, se ofició una misa de cuerpo presente en Cruz Alta, a las 11.30 sus restos fueron trasladados a Justiniano Posse -donde estaba actualmente cumpliendo sus funciones-, donde recibieron el adiós de la comunidad, a las 15 se realizó una ceremonia religiosa en esta localidad y finalmente fue inhumado en el cementerio de los curas, en la Casa de la Familia de Villa María, durante la tarde.
El obispo José Angel Rovai viajó a Justiniano tras suspender su agenda pastoral, para presidir las ceremonias del adiós.
En varios sitios de Internet quedaron registrados mensajes de dolor por su partida, ya que Margaritini era muy querido en toda la Diócesis.
En Facebook, el padre Gustavo Casas señaló: “Falleció nuestro amado hermano sacerdote, en este año santo sacerdotal, el buen pastor, lo cargó en sus hombros y lo llevó al descanso eterno. Te extrañaremos Adrián”, lo que despertó numerosos comentarios.
“Tú eres sacerdote para siempre, mediador entre Dios y los hombres... Ya llegaste hermano, padre Adrián, intercede por nosotros... gracias por tu testimonio y por acompañarme, sobre todo en la etapa de la adolescencia”, recordó dolido Gustavo Gatto, de la parroquia local Santa Rita.