CAMINEO.INFO.- Murcia/ESPAÑA.- Nada se sabe de Teresa Martínez Quintanilla desde antes del seísmo. La familia de esta yeclana de 45 años que vive en las afueras de Concepción, ciudad muy cercana al epicentro del terremoto, lleva desde entonces tratando de localizarla sin éxito. «En la zona no hay ni agua ni luz, ni comunicaciones», explica angustiado su hermano Benjamín, que vive en Yecla.
Teresa Martínez vive en Concepción desde hace diez años. Es misionera itinerante del camino Neocatecumenal, y hace apenas dos semanas había estado en la Región pasando unos días con la familia. Había regresado a Chile y, tras una semana de convivencia en la capital, Santiago, regresó la misma noche del temblor a Concepción en compañía de otra murciana, Paqui, y de una madrileña. De ninguna de las tres hay noticias. El Ministerio de Exteriores y la embajada española en Chile trataban anoche de encontrarlas.
Al menos otras dos personas de Yecla viven en el país andino. En ambos casos ya han sido encontradas por sus familias.
«Ha sido un palo muy gordo»
María Jesús Férez, una joven de Santomera que viajó el jueves al país suramericano para cursar Ciencias Ambientales, se encontró 48 horas después con la catástrofe en pleno proceso de 'aclimatación'. Su madre dice que «ha sido un palo muy gordo: se fue con otra amiga y han tenido que hacer frente a una situación desagradable y muy traumática». La joven, no obstante, envío un mensaje de móvil en cuanto pudo, «pero hasta que no supimos que estaba viva pasamos unas horas terribles», cuenta su madre. De hecho, ambas se están planteando regresar porque las réplicas se van a sucederse en los próximos días.