Justo Aragoneses Pastor fue el último sacristán que tuvo la iglesia de Fuentes de Carbonero,
antes de que este núcleo rural concretara su desaparición en los años
70 del pasado siglo, absorbida por el empuje de la vecina Carbonero el Mayor.
El fue el encargado de echar el cierre al templo y de ver cómo
paulatinamente iban desapareciendo los elementos ornamentales y
litúrgicos que tenía, trasladados a otras parroquias o almacenados y
conservados en dependencias episcopales.
Casi medio siglo después, su biznieto Francisco García se ha marcado como objetivo devolver al templo en el que se casaron sus abuelos Eusebio y Josefa
parte de su historia, ejemplificada en la recuperación del retablo que
adornaba el altar mayor de la iglesia, uno de los tres con los que contó
el templo, construido a mediados del siglo XVIII.
Poco se sabe del paradero de las tablas y elementos ornamentales del retablo y las pesquisas realizadas por Francisco García
no han arrojado datos claros hasta el momento. Así, se especula con la
posibilidad de que pueda estar conservado en parte en alguna dependencia
del Obispado, pero también sigue la pista de algunas piezas que pudieran haber ido a parar a Valladolid o que puedan estar en manos privadas.
El principal documento que maneja para la investigación es un libro publicado en 1981 por la entonces Obra Social de Caja Segovia titulado ‘Sobre escultura en Segovia. Fuentes de Carbonera’, donde su autora Mercedes Moreno Alcalde hacía una detallada descripción de la historia de los retablos, donde señala su autoría en el escultor Juan de Imberto,
al menos en el más antiguo de los tres datado en 1628, más de un siglo
después de la reconstrucción de la iglesia, cuya ruina se consumó en
1732 cuando un rayo destruyó su torre.
Con este libro, la búsqueda ha permitido contar con una mínima
documentación gráfica sobre algunas de las piezas que integraban los
retablos, lo que supone una ventaja a la hora de poder identificarlas en
el caso de que pudiera averiguarse su paradero.
De igual modo, García también solicita la
colaboración de quienes tengan alguna pista sobre el paradero de este
valioso patrimonio histórico, cuyo regreso a la iglesia de Fuentes
supondría la recuperación de una de las señas de identidad del que fuera
importante núcleo rural.
La iniciativa de Francisco García surge a raíz del proyecto de recuperación de la iglesia de Fuentes de Carbonero, que desde el pasado año está emprendiendo el Camino Neocatecumenal, un itinerario de iniciación cristiana surgido al abrigo del Concilio Vaticano II cuyo fundador Kiko Argüello comenzó a desarrollar en esta iglesia y que ahora se extiende por más de 160 países de todo el mundo.
Fue en este templo donde en 1968 tuvo lugar la primera celebración de
la Vigilia Pascual, uno de los ejes sobre los que se sustenta el Camino, en la que durante toda la noche se recuerda a través de la liturgia la historia de salvación.
El proyecto está a punto de culminar su primera fase, centrada en la
reparación y consolidación de las cubiertas y la fachada, y en breve se
abordará la segunda fase, centrada ya en el interior del templo y donde
la recuperación del retablo sería parte esencial.
El objetivo, según fuentes del Camino Neocatecumenal es que Fuentes de Carbonero
sea un lugar de encuentro y de oración para las comunidades de todo el
mundo, y que a su vez pueda albergar de forma puntual celebraciones
religiosas vinculadas a la tradición del pueblo que le dio origen.