María Esther supo que se encontraba embarazada en octubre de 2020. Aunque su alegría era desbordante, pronto se presentó un desafío al saber que su hijo llegaba con problemas y podría no sobrevivir. En el contexto de la pandemia de la covid-19 y con la propuesta constante de abortar por parte de los médicos, Esther y Mau, su marido, decidieron seguir adelante y hacer lo posible para que el pequeño naciera.
Perteneciente al Camino Neocatecumenal,
Esther "ya había aceptado la voluntad de Dios, que interpretaba que era
tener solamente a nuestra hija Valentina", aunque su deseo era tener
más hijos. Sin embargo, finalmente llegó la feliz noticia de que se encontraba embarazada, lo cual les supuso una gran alegría.
Sin embargo, durante la semana 14 le notificaron que el niño sufría un
grave peligro de muerte: "Un terrible momento que viví sola, pues por el
protocolo covid, a mi marido no le dejaron entrar".
A más dificultades, mayor perseverancia
Dos
semanas después, el pequeño se había recuperado, aunque los médicos le
aseguraron "que el embarazo no llegaría a buen término, que si seguíamos
tendríamos grandes sufrimientos y que nuestro hijo sería un niño
enfermo. En ese momento, me propusieron abortar". No obstante, María Esther decidió continuar y dar a luz al pequeño.
A
pesar de las mejorías que experimentaba, el niño comenzó a sufrir otras
dificultades, lo que llevó a María Esther a ser ingresada en el
hospital durante dos meses y medio. La experiencia de la nueva madre durante este tiempo fue de vivir realmente "el calvario de Jesucristo, uniéndome a Él. De repente cobró sentido el sufrimiento, y pude comprobar que Dios sorprende".
En
otra ocasión, los médicos advirtieron a la madre de que el bebé podía
llegar con daños cerebrales severos, lo que fue para el matrimonio un
momento de enorme sufrimiento y tensión. Afortunadamente, tras hacerle una resonancia comprobaron que el bebé se encontraba sano y que se desarrollaba correctamente.
Finalmente,
tras varios meses de lucha, el 'niño milagro' -como lo llamaban los
médicos del hospital- nació el pasado 13 de mayo, una fecha muy especial
para María Esther, que explica que su bebé nació "arropado bajo el manto de Nuestra Señora de Fátima".