Monseñor Marcos Martínez Lerena, pastor del pueblo cañadero durante 52 años, murió este miércoles 1 de julio. Tenía 88 años
Martínez Lerena nació en La Rioja, España, el 3 de septiembre de 1931 y a La Cañada de Urdaneta llegó en diciembre de 1968. Fue, hasta este primer día de julio de 2020, el párroco de la principal iglesia del municipio, la Inmaculada Concepción.
Su trabajo al servicio del Pueblo de Dios lo motivó a fundar cuatro instituciones educativas, recuerdan desde la Vicaría de Educación de la Arquidiócesis de Maracaibo y las Escuelas Arquidiocesanas. Esos planteles fueron Escuela granja arquidiocesana María Alejandra Faría y las escuelas Elaina Rubio, Monseñor Domingo Roa Pérez y Felipe Rincón González.
Se vinculó a mediados de la década de los años 70 al Camino Neocatecumenal. Fue miembro de corales, capacitador profesional, profesor de sociología, de castellano y literatura en el Seminario Menor de Maracaibo, profesor de las Sagradas Escrituras, Teología Pastoral y administración parroquial en el Seminario Mayor de Maracaibo.
"Dentro de sus actividades sacerdotales tenemos que fue miembro colaborador de la Acción Católica, director de Cursillos de Cristiandad, misionero de la Obra de Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana, director del secretario arquidiocesano de Vocaciones Sacerdotales en el Seminario Menor y organizador de las campañas vocacionales, director espiritual adjunto del Seminario Santo Tomás de Aquino, miembro del consejo presbiteral durante 12 años, del consejo de órdenes y del consejo económico", resume Antonio Aizpúrua, del extenso trabajo de monseñor Martínez Lerena.
Para los cañaderos, el prelado era "El padre Marcos". Con humildad, al celebrar los 50 años como pastor de ese municipio dijo: “Solo he sido un siervo inútil, que ha hecho lo que tenía que hacer”.