El
convento de La Santa ha acogido la ordenación como diácono del carmelita Luis
Carlos Muñoz Mories, que se había previsto para el 28 de marzo coincidiendo con
el aniversario del nacimiento de Santa Teresa.
De 45 años y
natural de Ávila, el diácono realizó su profesión solemne como carmelita
el 25 de enero, tras un “tiempo especial de espera y preparación”
que ha transcurrido en la capital abulense, adonde llegó a principios del mes
desde su convento actual en Úbeda (Jaén), donde falleció San Juan de la Cruz y
adonde regresará ahora.
“Mi
vocación llega muy despacito y sin hacer ruido, con 15 años entré en el Camino
Neocatecumenal que me llevó a decidir irme a Taiwan de misiones a los 21 años.
Empecé a sentir que el Señor me estaba llamando al sacerdocio, y di el paso.
Empecé en un Redemptoris Mater y más tarde hablé con don Jesús (el anterior
obispo) y entré en el Seminario Diocesano de Ávila”, ha relatado.
“ Allí estuve cinco años y completé toda la formación en
Teología, pero por diversas circunstancias, también por crisis de fe, decidí
salirme del Seminario, y ahí empezó un proceso nuevo en mi vida de maduración
personal y también en la vocación”, según el nuevo diácono.
“Yo buscaba trabajo -ha relatado- tras salir del Seminario, y a
través de un sacerdote de la diócesis acabé trabajando en la portería del
convento de La Santa, haciendo las sustituciones de verano”.
“Siempre
atraído” por el Carmelo y por Santa Teresa, la santa “me agarró y no me soltó”
en la vocación”, ha explicado el nuevo diácono antes de la ceremonia, oficiada
por el obispo, José María Gil Tamayo.