CAMINEO.INFO.- Hablamos de la UVA de Hortaleza, uno de los barrios con mayor exclusión social en la capital. En los años 80 la droga se llevó una generación entera de jóvenes y ahora está resurgiendo el trapicheo por las nuevas dificultades económicas. En este contexto realiza un trabajo importante la parroquia San Martín de Porres. Allí llegó hace ocho años Juan Alcalde, el responsable de la Cáritas parroquial, enviado en misión junto a su comunidad del Camino Neocatecumenal. Para él está claro que Madrid sí es, ya, tierra de misión.
La parroquia ha cambiado mucho en estos años. Mucha gente del barrio estaba muy alejada de la Iglesia, y comenzó una siembra cuyos frutos comienza a verse ahora. Empezaron a organizar todos los años un campamento de verano con chavales del barrio, y se fue rompiendo el hielo. Ahora, a las tres comunidades iniciales se suman otras tres más, formadas ya por los propios vecinos de la UVA. En las últimas que han surgido son todos adolescentes y jóvenes, que llevan a sus casas lo que viven, y así cambian las familias.
Durante las semanas de confinamiento Cáritas de la parroquia ha recurrido a muchos jóvenes del barrio, que estaban sin nada que hacer, para reforzar el servicio de entrega de alimentos. A la parroquia llegan cada semana situaciones nuevas de personas al límite, que no están cobrando el ERTE. Si antes atendían a 80 familias al mes, actualmente son cerca de 130 las que acuden a por comida, pero también pidiendo ayuda para pagar sus recibos.
Además hay un nuevo perfil que preocupa especialmente: el de los inmigrantes que llegaron de Latinoamérica (Venezuela, Colombia o Perú) con grandes sueños y se encuentran ahora con esta situación en España. El responsable de Cáritas asegura que ahora mismo no tienen ni para pagar el alquiler de sus habitaciones y están muy tocados.