Familias neocatecumenales que evangelizarán por el mundo: Es una gran bendición
Fri, 01 Apr 2016 19:57:00
El pasado 6 de marzo el Papa Francisco bendijo a 300 familias misioneras del Camino Neocatecumenal que irán en las próximas semanas a evangelizar a países como Costa de Marfil, Rusia o Papúa Nueva Guinea. “Yo voy con ustedes en el corazón”, fueron las palabras del Pontífice.
El Camino Neocatecumenal es una iniciación cristiana de adultos que ayuda a quienes lo realizan a madurar la fe. Entre las familias que saldrán en misión está la formada por Francisco, Julia y sus siete hijos, de la ciudad española de Málaga.
“Nos han enviado a Costa de Marfíl (África) con otros matrimonios de otros países (Italia, Portugal y chile) para dar testimonio de lo que es la familia cristiana”. “Llevamos 24 años en el Camino Neocatecumenal y esto ha sido un regalo, una experiencia increíble”, aseguran ambos.
Sobre el encuentro con Francisco destacan sus palabras “yo voy con ustedes en el corazón”. “Que sea Jesucristo quien va por delante, porque nosotros solo nos hemos puesto a su disposición, y la Iglesia se fíe de nosotros a pesar de nuestros pecados, es increíble”.
Otra familia que partirá a evangelizar es la de Will y Elissa, de Denver, Colorado (Estados Unidos), y han sido enviados en misión a Chipre. “Es una gran bendición y alegría porque yo realmente soy nadie. Soy un amado por Dios y he sido salvado de una vida de infelicidad, del divorcio, de muchas cosas sobre las que no tenía poder y el Señor me ha sacado de eso”, explica Will a ACI Prensa.
La familia de Beneveno De Begiani es de Italia. Durante años ha estado de misión en Hannover (Alemania) y ahora cambiará a Augsburgo, en el mismo país. “Para mí estar aquí ha sido muy, muy importante, y una experiencia hermosa. Él ha confirmado que Dios guía mi historia, que Él está detrás de todos estos eventos”, dice en referencia a la audiencia con el Pontífice.
“Él ha tomado mis miedos, que están ahí. Esta misión a Augsburgo no se basa en nosotros, en nuestra fuerza o en nuestra fe, sino que Dios está detrás, Él actúa. Y toda la Iglesia nos acompaña”, subrayó.
También está el caso de Isabel, cuya familia lleva “24 años de misioneros en Holanda y en misión ad gentes 10 años”. “Observamos a estas familias que saldrán ahora a evangelizar y vemos que esto también ha sido una opción nuestra, que no solo han sido nuestros padres los que quisieron salir en misión, sino que nosotros como hijos también hemos querido”, afirmó.
Preguntada sobre los principales desafíos a los que se enfrentan en su misión, la joven subraya que lo principal es “convertirse uno mismo, porque si no se convierte uno mismo no se puede hacer nada y la misión fracasa”.
Simona y Miguel son de Italia y España, respectivamente. Tienen tres hijos: Emmanuel de 5 años, Chiara de 4 años y Lorenzo de 2 años y han sido enviados a Arrás, una ciudad situada en el norte de Francia, cerca del paso de Calais, donde se encuentran miles de refugiados que han huido de la guerra.
“Nosotros nos pusimos a disposición de la misión hace más de 5 años y estábamos a la espera de que nos llamaran para las necesidades de la Iglesia”, asegura Simona.
Sobre la llamada que han recibido a ser misioneros, explican que “es verdad que nosotros nos estamos dejando llevar y lo hacemos porque nos sentimos profundamente agradecidos al Señor por todos los bienes que de Él hemos recibido: la familia, los hijos, la comunidad, etc. Nos hace ponernos en disposición y aceptar la voluntad de Dios. En casa, trabajando, dando testimonio de Cristo en el día a día, o si es en China, donde sea”.
Por su parte, el iniciador y responsable mundial del Camino Neocatecumenal, Kiko Argüello, dijo a ACI Prensa que en el encuentro con el Papa “se ha visto cómo las familias tienen este deseo de evangelizar por todo el mundo”.
Además dijo que Europa necesita ser evangelizada. “Pienso, en particular, en mi país, España, donde se registran más de 600 divorcios al día y donde hay dinámicas políticas que tienen como objetivo destruir la institución familiar. Por no hablar de muchas otras naciones en el norte donde la religión está prohibida en las escuelas, donde se cierran y se venden las parroquias y así sucesivamente”.
“Con todo lo que está sucediendo, la gente experimenta una profunda soledad, un fracaso, por eso permanecen profundamente afectadas cuando tal vez les invitan a las catequesis, encuentran un ambiente de comunión, conocen una familia unida con hijos, ¡y ya no quieren irse más! Les gusta ese ambiente… Entonces la familia cristiana, llena de amor, ¡es una bomba en toda Europa!”, afirmó.