La parroquia del Santísimo Redentor, en el madrileño barrio de Chamartín, ha reunido en la mañana del domingo a casi 300 personas para rezar por el pueblo de Nicaragua y,
en especial, por la Iglesia en aquel país, que ha sufrido en el último
mes una persecución sin precedentes. Es una cifra muy superior a la que
recibe habirualmente la iglesia donde el párroco, José Miguel de Haro,
oficia misa para unas 150 personas.
La eucaristía, presidida por el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro,
comenzó pocos minutos después de la 1. El protagonismo, no obstante, lo
acapararon los al rededor de 60 nicaragüenses que acudieron a la
celebración ataviados con trajes típicos, banderas del país y pancartas
que pedían la solidaridad y el apoyo de la comunidad internacional para
conseguir el cese de la persecución a la Iglesia Católica en Nicaragua.
"Hoy
nosotros pedimos al Señor con fuerza que conceda la paz, la libertad y
los derechos esenciales de los seres humanos a todos los pueblos", ha
dicho el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro,
durante su homilía. "Pero hoy especialmente lo pedimos por el pueblo de
Nicaragua, que vive en clonflicto. Hoy hablamos de hermandad y
reconciliación", ha continuado el cardenal, "somos discípulos que hemos
de engendrar y anunciar el Evangelio de Nuestro Señor. Eso supone que el
otro es mi hermano y yo no le puedo quitar la libertad".
El régimen dictatorial sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo
(que contrayeron matrimonio por la iglesia en 2005) es el responsable de
la huida del país de cientos de miles de refugiados, cientos de ellos
periodistas y gente de Iglesia, a los que se les ha arrebatado el
derecho a expresarse libremente.
Solo así se explica el miedo de
muchos de los asistentes a esta misa, que no querían aparecer en los
planos que grababan los cámaras de televisión trasladados hasta esta
parroquia madrileña. Todo por miedo a las consecuencias que pudieran
conllevarles a los familiares que aún tienen en Nicaragua, muchos de
ellos, víctimas durante las últimas décadas de la falta de libertad y la
persecución religiosa.
El acto concluía con la presentación del
texto... los bailes títpicos y el posado para las cámaras junto al altar
del párroco y parte de la representación nicaragüense presente en la iglesia del Santísimo Redentor.
Hace un mes exactamente, el 4 de agosto, comenzó la retención ilegal del obispo de Matagalpa y responsable de los medios católicos del país, monseñor Rolando Álvarez, en la curia sita en la ciudad del mismo nombre.
El
19 del mismo mes, a las 3 de la madrugada, la policía del régimen entró
en la residencia y se lo llevó para que continuase en arresto
domiciliario en su ciudad natal, Managua, donde ha permanecido los
últimos 16 días.