El Prelado jiennense ha evocado, en la homilía, la figura del Beato periodista subrayando ese amor de Dios que le llevó a vivir una vida de fe y de entrega a los demás a
pesar de su enfermedad degenerativa y sus numerosos dolores. A ser,
como afirma el Papa Francisco, un santo de la puerta de al lado. Don
Amadeo ha comenzado sus palabras afirmando que “en este acto de
memoria y de fe evocamos a una criatura de Dios acabada y bien acabada y
declaro, solemnemente, que Lolo es un modelo de imagen y semejanza
divina: Y es que Manuel Lozano Garrido vivió en Cristo Jesús. Por muy
simple que nos parezca- ha expresado el Obispo de Jaén- la esencia de su vida tiene olor de santidad.
Para añadir,
“Lolo estuvo crucificado con Cristo, no solo en su enfermedad sino que
vivió la santidad reflejando siempre las Bienaventuranzas”. En este sentido, el Prelado del Santo Reino ha manifestado que “el Beato Lolo fue siempre, en todas las etapas y las circunstancias, reflejo de Cristo, fue siempre un discípulo misionero”.
Del mismo modo, en la hermosa homilía, Don Amadeo ha dicho de Manuel Lozano Garrido que “vivió recibiendo de Dios para ir dando a todos el amor de Dios”. Pero este santo de la puerta de al lado, “nunca
estuvo ajeno a los signos de su tiempo, de su ciudad, de Linares, de su
provincia. Escribió artículos denuncia en las que puso de manifiesto
las injusticias que se daban en la sociedad”. Y es que “solo desde la fe- ha explicado Don Amadeo- se
ve y se mira bien, para así descubrir a Cristo que vive en los buenos,
en los mediocres y en los pecadores, eso es iglesia en salida. Eso es
vivir en Cristo para todos”
También, el Obispo ha repasado la dura infancia de Lolo, con pérdidas
familiares importantes, la juventud de Lolo como la de un joven
cristiano comprometido, a la vez que ha recordado que “su
iniciación cristiana siempre estuvo guiada por pastores santos y
apostólicos y con ejemplaridad de los suyos, de sus mayores, con la
complicidad sus compañeros de rezos y de ilusiones. Comprometido con la
Acción Católica de su tiempo, que como hoy, abría y abre “horizontes
misioneros para todos”. Antes de concluir, el Obispo diocesano quiere que “Lolo
siga atrayendo a jóvenes que busquen la ejemplaridad de Lolo cuya
existencia nunca estuvo marcado por la tristeza, sino por la alegría”.
“Lolo hace de la alegría del Evangelio un modelo a seguir”.
A la vez, no ha querido olvidar su faceta periodística y como
escritor, con casi una decena de libros y más de trescientos artículos,
que sigue siendo hoy un modelo para periodistas católicos o no, porque “Lolo escribió para amar: de su pluma siempre salían palabras de vida, de paz, de justicia, de mansedumbre”. Para finalizar su predicación, el Obispo no ha querido olvidar que en la Eucaristía y su amor por Jesús sacramentado “está
el origen de su fuerza interior y su santidad también está adornada
con su amor a María”, en advocaciones como la Virgen de Linarejos o de
Tíscar.
Durante el Credo, el Obispo se ha dirigido hasta
la pila bautismal de la Basílica de Santa María, donde el Beato Lolo
puerta de entrada a la vida cristiana y desde allí ha hecho profesión de
fe Para concluir, el Obispo ha impartido a todos los presentes la
bendición apostólica con indulgencia plenaria para aquellos que habiendo
confesado y comulgado, recen por las intenciones del Santo Padre y las
necesidades de la Iglesia. Antes de salir del templo, y junto a la urna
que reposa a los pies de la mesa de altar y que contiene los restos del
Beato Lolo, los presentes se han tomado una foto de familia. Desde hoy y
a lo largo del próximo curso se irán desarrollando distintos actos para
conmemorar esta efeméride, y que fueron presentados esta semana en
Rueda de Prensa.