El arzobispo de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares, presidió ayer en el monasterio de la Encarnación de Ávila una misa con motivo de la festividad de la Transverberación de Santa Teresa de Jesús (Ávila, 1515 - Alba de Tormes, 1582) en la que los feligreses pudieron obtener la indulgencia plenaria al ser el convento templo jubilar en el Año Jubilar Teresiano que culminará el 15 de octubre próximo.
La misa fue oficiada por el cardenal Cañizares, que fue obispo de Ávila entre 1992 y 1997 y que ha presidido la festividad teresiana en los últimos años, y tuvo lugar en el monasterio de la Encarnación, regido por las Carmelitas Descalzas.
La festividad de la Transverberación de Santa Teresa de Jesús solo se celebra dentro de la familia del Carmelo Teresiano y en las diócesis de Ávila y Salamanca. Evoca una experiencia mística que la santa vivió en el convento de la Encarnación en 1560, cuando sintió que un ángel le traspasaba el corazón con un dardo, según escribió la propia Teresa de Jesús en el “Libro de la Vida”.
La eucaristía de este domingo ha sido la última del decenario de misas dedicado a la Transverberación del Corazón de Santa Teresa de Jesús organizado por las Carmelitas Descalzas en el monasterio de la Encarnación.