En el día que la diócesis de Barcelona
celebra a su patrona Santa Eulalia, el 12 de febrero, ha fallecido el
obispo auxiliar de Barcelona monseñor Antoni Vadell i Ferrer. El
prelado, con apenas 49 años, ha fallecido hoy tras una larga enfermedad
“en la que hasta en ella, cada día, supo ser luz para cuantos estuvieron
cerca de él”, ha explicado uno de sus más cercanos colaboradores.
Con su pérdida desaparece uno de los obispos más queridos de la Iglesia en Cataluña del que se recordará su continúa sonrisa, su cercanía a todos y su celo pastoral.
En un comunicado difundido por la archidiócesis de Barcelona, piden a
toda la feligresía “que lo encomienden a la misericordia del Señor”, a
la vez que señalan que en breve se informará de la celebración de las
exequias en Barcelona y de los posteriores actos cultuales que tendrán
lugar en Mallorca, su tierra natal.
Don Antoni, un pastor
Su ministerio episcopal ha sido muy breve, llegó a Barcelona en 2017,
pero en poco tiempo ganó muchas simpatías, especialmente trabajando con
los jóvenes y las personas más volcadas en la nueva evangelización,
entre otros ámbitos.
Especialmente reveladora fue la entrevista que concedió a la revista Fons Vitae, de la Hermandad de Hijos de Nuestra Señora del Sagrado Corazón. En ella explicó que su vocación sacerdotal despertó cuando tenía unos 12 o 13 años, en Mallorca, y en ella dos aspectos influyeron particularmente: la familia y la parroquia. “En familia vivíamos la fe, íbamos a Misa el Domingo, rezábamos en casa. Y en la parroquia fue muy importante la experiencia con los niños y especialmente el grupo de oración y amistad en el que empecé a tener experiencia de la oración,
oración que me llevó a ir intuyendo que el Señor me llamaba a ser
sacerdote”, recordaba entonces Vadell. Desde su experiencia de
seminarista menor señaló que “estoy convencido que muchas vocaciones se despiertan en la niñez”.
En la misma entrevista también tuvo unas significativas palabras para
sus formadores del Seminario: “Nos ayudaron a entender al sacerdote
como enamorado de Jesucristo, hombre que encuentra la fuente de su vida
sacerdotal en la Eucaristía”.
Recuerda que las parroquias mallorquinas de Corpus y San José que tenían colegio parroquial. “Los sábados teníamos la Misa con las familias del colegio. Eran celebraciones bellísimas
cuyo recuerdo me caldea el corazón. La experiencia en la Unidad de
Pastoral de la Mare de Déu, en unos pueblos del centro de la isla fue
maravillosa, sobre todo en el trabajo en equipo”.
Un cura de isla en la Roma universal
Especial importancia tuvieron en su vida sus estudios en Roma de Pastoral Juvenil y Catequética. “Roma me cambió -explicaba en la entrevista-. Llevaba ocho años de cura. Me enamoré de la Iglesia. Venía de una iglesia pequeña, de una iglesia de una isla y descubrí la Iglesia Universal,
la iglesia de los carismas, de los movimientos, como el Espíritu Santo
genera tanta vida. Después tuve que volver a la iglesia particular
sabiendo que no podía dejar de respirar desde la Iglesia Universal”,
detalla.
Un evangelizador
“Evangelizar significa vivir en este mundo sin contemporizar, haciendo nuestra propuesta con toda su belleza y radicalidad: sin proselitismo, pero con mucha alegría. Se trata de ser testigos de una manera nueva de vivir la realidad, viviendo y anunciando el Kerigma que es que Cristo cambia la vida. Y todo esto realizarlo desde la vida de fraternidad. No podemos anunciar el Evangelio solos”, añadía.
Obispo a los 45 años
A los 45 años le nombran obispo auxiliar para Barcelona. “No me lo
esperaba para nada. En mi caso no había habido ni ‘quinielas’. Me
sorprendió la llamada del nuncio. Y ¡obispo auxiliar de Barcelona!…
siendo de un pueblo. A lo largo del verano antes de la ordenación me
entró el miedo y me ayudó la palabra de un sacerdote amigo: ‘El Señor te ha llamado, fíate’. Me serenó mucho esta palabra del sacerdote. Me preocupaba perder la “cercanía con la gente”.
Y ciertamente no la perdió, sino que la mantuvo con ilusión y celo
pastoral. Ahí están esas tapas nocturnas que tomó con alumnos de las
facultades Blanquerna de la Universidad Ramón Llull de Barcelona en las
que hablaba con ellos sobre sus dudas e inquietudes. O como muchos
también recuerdan el hecho de que antes de impartir el sacramento de la
Confirmación a jóvenes, una semana antes, solía tener un encuentro con
ellos, respondía a sus inquietudes, explicaba el sacramento y lo
preparaba con ellos.
Apóstol de la Nueva Evangelización
Muchos son los encuentros que se podría referir del obispo fallecido,
pero uno que dejó especial impronta en los que asistieron fue su
reunión con los catequistas y responsables de LifeTeen llegados de toda
España y distintos países europeo, y que se reunieron en Montserrat el 3
de marzo de 2019.
“LifeTeen, como método, puede ser la bomba, pero la clave está en los catequistas”.
Vadell tenía claro que lo importante no son las estructuras, sino las
personas. Y se preguntaba: “Si envías gente a la periferia pero sin fe,
¿de qué sirve? No hay que hablar de un Señor teórico, sino del Señor que está aquí, amándote en presente. Hablamos del Señor que toca mi corazón hoy. Se trata de hablar del encuentro con el Señor… y contagiarlo”.
Un obispo que soñaba
En ese mismo encuentro, Vadell animó a todos a soñar a lo grande y
perseguir los sueños, porque a veces se cumplen, y para muestra les
confesó una experiencia personal: “Un día, en Mataró, en misa, tras la
comunión, sentí como un sueño: deseé llenar la basílica de Santa María de Mataró, muy grande, con jóvenes. Y resulta que hace unas semanas, con la JMJ de Panamá, logramos hacer un encuentro allí con jóvenes de la diócesis, llenándola. ¡Mira, ha sucedido!, pensé. Yo invito a soñar”.
Pero eso requiere sentir pasión por Dios y la evangelización: “Hay que recordar obviedades: si no está el catequista enamorado del Señor, no funcionan los métodos”. Lo importante es el amor con que se viven las cosas: “No hay nada más atractivo que una comunidad que se ama”.
Perfil biográfico
La diócesis de Barcelona ha aportado el siguiente perfil biográfico de don Antoni Vadell.
Monseñor Vadell nació en Llucmajor (Mallorca), el 17 de mayo de 1972. A los 14 años ingresó en el Seminario Menor de Mallorca,
pasando después, en 1990, a cursar la filosofía y teología en el
Seminario Mayor. Fue ordenado diácono el 4 de octubre de 1997 en la
Capilla del Seminario Nuevo de Mallorca, y sacerdote el 31 de mayo de
1998 en la parroquia del Beato Ramon Llull en Son Cotoner (Palma).
Obtuvo la licenciatura en Teología, especialidad en Pastoral de la Juventud y Catequética en el Pontificio Ateneo Salesiano (2006-2009).
Su ministerio sacerdotal lo ha desarrollado en la diócesis de
Mallorca. Ha combinado la labor parroquial con la pastoral catequética y
educativa. Inició su actividad pastoral en la parroquia del Beato Ramon
Llull en Son Cotoner (1998-2006) y posteriormente asumió la
responsabilidad de rector del Seminario Menor de Mallorca (1999-2006). Ha sido profesor del Centro de Estudios Teológicos y del Instituto Superior de Ciencias Religiosas de Mallorca
(ISUCIR), y ha sido profesor invitado en la Escuela Universitaria
Alberta Giménez, de las Islas Baleares. Ha sido delegado diocesano de Pastoral Vocacional,
y formador del Seminario Mayor de Mallorca (2002-2006); así como
también delegado diocesano de Pastoral Catequética y Litúrgica
(2009-2013), vicario parroquial de las parroquias de Sant Josep Obrer y
de Corpus Christi y responsable pastoral de los respectivos colegios
parroquiales (2009-2014).
Ha sido vicario episcopal para la Evangelización (2013-2017), rector
de la Unidad Pastoral de la Mare de Déu de las parroquias de Santa Maria
la Major, Sant Domingo y Crist Rei de Inca, de Sant Llorenç de Selva,
la Immaculada Concepció de Caimari, Sant Joan Baptista de Mancor, Santa
Tecla de Biniamar y la Nativitat de la Mare de Déu de la Lloseta, y
miembro del Colegio de Consultores (2014-2017) y miembro del Consejo
Presbiteral al Obispado de Mallorca ( 2014-2017).
El 19 de junio de 2017 se hizo público su nombramiento como obispo auxiliar de Barcelona. Recibió la ordenación episcopal el 9 de setiembre de 2017 en la Basílica de la Sagrada Familia de Barcelona.
En el seno de la Conferencia Episcopal Tarraconense es Presidente del
Secretariado Interdiocesano de Catequesis de Catalunya y Baleares
(SIC).
https://www.religionenlibertad.com/espana/349266329/monsenor-Antoni-Vadell-auxiliar-de-Barcelona-obispo-sonrisa-ha-fallecido-de-cancer.html#%23STAT_CONTROL_CODE_3_349266329%23%23