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Líderes religiosos cristianos, judíos, musulmanes y drusos rezaron en
Jerusalén para pedir el fin de la pandemia del coronavirus. ¨Que Dios
sane a los enfermos y aleje la plaga de su mundo¨, imploraron y luego
recitaron juntos el Salmo 121, para ponerse bajo la protección de Dios y
pedir su bendición.
“Cientos de miles de muertos, millones de enfermos. Sálvanos, te
suplicamos, Señor": fue la excepcional oración comunitaria que tuvo
lugar la tarde del miércoles en Israel entre los líderes de las
diferentes religiones.
Según el Centro de Medios de Comunicación Kath Suiza, había
representantes judíos, cristianos, musulmanes y drusos y el evento se
transmitió por Internet para permitir la participación de los fieles a
pesar de las restricciones impuestas por la cuarentena.
"Que Dios sane a los enfermos y aleje la plaga de su mundo", rezaron
los representantes religiosos que luego juntos recitaron el Salmo 121,
con el que los peregrinos de Jerusalén se pusieron bajo la protección de
Dios y pidieron su bendición. En Israel también se reza este salmo en
el día de conmemoración de los soldados israelíes víctimas del
terrorismo, que se celebrará el próximo martes 28 de abril.
"El coronavirus no conoce fronteras entre religiones, razas o partidos
políticos - dijo el arzobispo Pierbattista Pizzaballa, administrador
apostólico del Patriarcado Latino de Jerusalén - estamos unidos en la
enfermedad, y esto ha destruido muchas fronteras y prejuicios entre
nosotros". El prelado expresó entonces la esperanza de que esta unidad
pudiera continuar incluso después del final de la crisis del
coronavirus.
Un encuentro de oración que fue descrito como "histórica" por el
rabino británico David Rosen, comprometido en el diálogo interreligioso:
"Los líderes religiosos de este país se reunieron por primera vez para
rezar juntos, invocar la gracia divina y la compasión del Señor en un
momento en el que toda la humanidad se ve desafiada por una pandemia",
dijo, hablando del momento como "maravilloso y triste" al mismo tiempo.
"Incluso aquellos que no suelen estar tan abiertos al diálogo
interreligioso se reunieron para rezar - es su testimonio - a pesar de
que fueron las tragedias, el dolor y el sufrimiento lo que nos unió más
allá de las diferencias".
La oración interreligiosa en vivo fue una iniciativa de diversas
autoridades y organizaciones, entre ellas el Gran Rabinato de Israel y
el Consejo Mundial de Líderes Religiosos. Además de los rabinos jefes
sefardí y asquenazí Jitzchak Josef y David Lau, participaron el
patriarca greco ordotoxo Teófilo III y el arzobispo Pizzaballa,
administrador apostólico del Patriarcado Latino de Jerusalén, así como
altos representantes musulmanes y drusos.+