El Papa Francisco denunció los ataques contra ciudadanos y fieles judíos y pidió el fin del antisemitismo.
Durante de la Audiencia General de este 13 de noviembre, el Pontífice recordó que “el pueblo judío ha sufrido mucho a lo largo de la historia. Ha sido expulsado, perseguido… Y, en el siglo pasado, hemos visto muchas, muchas brutalidades que han hecho al pueblo judío y todos habíamos pensado que eso se había terminado”, señaló en referencia al genocidio sufrido por los judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
“Pero hoy”, añadió desde la Plaza de San Pedro, “comienza a renacer aquí y allá el hábito de perseguir a los judíos. Hermanos y hermanas, eso no es humano ni cristiano. ¡Los judíos son nuestros hermanos! Y no pueden ser perseguidos. ¿Comprendido?”.
No es la primera vez que el Papa Francisco clama contra el antisemitismo. Durante su viaje a Israel y Palestina, en mayo de 2014, pronunció un discurso en Tel Aviv en el que definió el Holocausto, conocido también como Shoah, cometido en la Alemania nazi como una “tragedia que se ha convertido en símbolo de hasta dónde puede llegar la maldad del hombre cuando, alimentada por falsas ideologías, se olvida de la dignidad fundamental de la persona, que merece respeto absoluto independientemente del pueblo al que pertenezca o la religión que profese”.
“Pido a Dios que no suceda nunca más un crimen semejante”, dijo en aquella ocasión. En aquel mismo viaje, durante su visita al Memorial Yad Vashem, donde se recuerda a las víctimas del genocidio judío perpetrado por los nazis, volvió a exclamar: “¡Nunca más, Señor, nunca más!”.
Asimismo, durante su visita a la Sinagoga de Roma en enero de 2016, Francisco también recordó a los seis millones de judíos que murieron en el Holocausto. En su discurso, destacó el Concilio Vaticano II, en concreto la Declaración Nostra aetate, promulgada por San Pablo VI, en la que se establecieron las bases del “redescubrimiento de las raíces del cristianismo” y se rechaza “toda forma de antisemitismo”.
El Papa, además, rezó en julio de 2016, durante su viaje apostólico a Polonia en el contexto de la Jornada Mundial de la Juventud de Cracovia, en el campo de concentración nazi de Auschwitz, donde murieron más de un millón de personas durante la II Guerra Mundial, muchos de ellos judíos. Allí, en el libro de memorias del Museo de Auschwitz escribió el siguiente mensaje: “Señor, ten piedad de tu pueblo. Señor, perdón por tanta crueldad”.
En enero de 2017 publicó un mensaje en su cuenta de la red social Twitter con motivo del Día de la Memoria del Holocausto para recordar a las víctimas y pedir “que sus sufrimientos y sus lágrimas no sean olvidados nunca”.
Más recientemente, el 10 de junio de 2018, envió por medio del Secretario de Estado, Cardenal Pietro Parolin, una carta al Camino Neocatecumenal para agradecerle el homenaje a las víctimas del Holocausto con la interpretación en Alemania de la sinfonía “El sufrimiento de los inocentes”, compuesta por Kiko Argüello.
En su mensaje, el Santo Padre dijo que “nunca debe cesar el recuerdo de la violencia atroz, del indecible dolor y del exterminio de un pueblo”.