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Pidamos al Señor que envíe buenos trabajadores para su Reino |
Pidamos al Señor que envíe buenos trabajadores para su ReinoSun, 03 May 2020 21:47:00
CAMINEO.INFO.- Hoy, cuarto domingo después de Pascua, domingo del “Buen Pastor”, la
Iglesia celebra la Jornada Mundial de Oración por las vocaciones, es por
ello que después de la oración del Regina Coeli, el papa Francisco
invitó a todos “a invocar al Señor, pidiendo buenos trabajadores para su
reino, con el corazón y las manos disponibles a su amor”.
Conectado vía streaming desde la Biblioteca Apostólica a causa de la
emergencia por el coronavirus, Francisco explicó que “el Evangelio de
hoy nos dice que el Buen Pastor llama a las ovejas por su nombre, el
Señor nos llama por nuestro nombre, nos llama porque nos ama, pero hay
otras voces que no debemos seguir: la de los extraños, ladrones y
malhechores que quieren el mal de las ovejas. Comentando el pasaje de
hoy según San Juan, el pontífice da las claves para saber diferenciar
estas dos voces que “hablan idiomas diferentes” y “tienen formas
opuestas de tocar a nuestros corazones”.
¿Cómo podemos distinguir la inspiración de Dios de la sugestión del maligno?
Francisco explicó que, por un lado, está la voz de Dios, “que
amablemente habla a la conciencia”, y por otro está la voz tentadora
“que induce al mal”. La pregunta que nos lanza hoy es: ¿Cómo podemos
reconocer la voz del buen Pastor de la del ladrón? El Papa discierne
entre estas dos voces: “La voz de Dios jamás nos obliga, Dios se
propone, no se impone. En cambio, la voz maligna seduce, agrede, obliga,
suscita ilusiones deslumbrantes, emociones alentadoras, pero pasajeras.
Al inicio suaviza, nos hace creer que somos omnipotentes, pero luego
nos deja vacíos por dentro y nos acusa: “Tú no vales nada”. La voz de
Dios, en cambio, nos corrige, con tanta paciencia, pero siempre nos
anima, nos consuela: siempre alimenta la esperanza”. De hecho, dice, “la
voz de Dios es una voz que tiene un horizonte, en cambio la voz del
maligno te lleva a un muro”.
Otra diferencia que plantea el Papa es precisamente sobre el modo de
afrontar la vida. “La voz del enemigo desvía del presente y quiere que
nos concentremos en los temores del futuro o en las tristezas del
pasado” dice el Papa, de hecho, “hace aflorar la amargura, los recuerdos
de los males sufridos, de los que nos hicieron mal”. En cambio, la voz
de Dios “habla al presente”: “Ahora puedes hacer el bien, ahora puedes
ejercer la creatividad del amor, ahora puedes renunciar a los
arrepentimientos y remordimientos que tienen prisionero tu corazón”.
Las dos voces suscitan en nosotros preguntas diversas
La que viene de Dios será: “¿Qué cosa me hace bien?”. En cambio, el
tentador insistirá sobre otra pregunta: “¿Qué cosa me gustaría hacer?”.
“Qué cosa me gustaría: la voz malvada siempre gira en torno al yo, a sus
impulsos, a sus necesidades, al todo y enseguida” dice Francisco,
mientras que la voz de Dios, “nos invita a ir más allá de nuestro yo
para encontrar el verdadero bien, la paz”. Y aquí el Papa hace hincapié
en una cosa que es clave para identificar la voz del maligno: “el mal no
dona jamás paz, causa ímpetu primero y deja amargura después”.
Por último, el Santo Padre nos pide que siempre nos preguntemos de
dónde vienen las voces que llegan a nuestro corazón y que pidamos la
gracia de reconocer y seguir la voz del buen Pastor, “que nos hace salir
de los recintos del egoísmo y nos conduce a los campos de la verdadera
libertad”. Y recordemos los consejos del Papa: “El enemigo siempre
preferirá la oscuridad, la falsedad y las habladurías, pero el Señor ama
la verdad y la transparencia sincera”, además, el enemigo siempre nos
dirá: “Enciérrate en ti mismo, que nadie te entiende ni te escucha, ¡no
confíes!”, mientras que el bien nos invitará a abrirnos, a ser
transparentes y confiados en Dios y en los demás. +
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