El Papa invitó a estar disponible para los demás y escuchar sus necesidadesSun, 29 Jul 2018 19:46:00
“El amor de Dios por la humanidad hambrienta de pan, de libertad, de
justicia, de paz y, sobre todo, de su gracia divina, jamás decae”,
recordó este domingo, 29 de julio, el papa Francisco, en sus palabras
previas al rezo del Ángelus. Ante unos 25.000 fieles, el Santo Padre
comentó el Evangelio del día en el que se narra el episodio de la
multiplicación de los panes y los peces.
El Papa explicó que la liturgia de hoy “induce a no quitar la mirada
de aquel Jesús que el domingo pasado, en el Evangelio de Marcos, viendo
“una gran multitud, tuvo compasión de ella”. Un episodio que surge “de
un hecho concreto” puntualizó, pues “la gente tiene hambre y Jesús
implica a sus discípulos para que su hambre sea saciada” y con el que
Jesús no se limita a dar esto a la muchedumbre, sino que ofrece “su
Palabra, su consuelo, su salvación y su vida”.
“Nosotros, sus discípulos, no podemos hacer como quien no quiere la
cosa” dijo el Pontífice, y subrayó que sólo escuchando las más sencillas
peticiones de la gente y poniéndose junto a sus concretas situaciones
existenciales “se podrá ser escuchados cuando se habla de valores
superiores”.
Francisco también afirmó que el Evangelio de hoy nos invita a estar
disponibles y ser laboriosos, pues Jesús también hoy “sigue dando de
comer”, “sigue haciéndose presencia viva y consoladora”, y lo hace “por
medio de nosotros”. Además – continuó – no debemos olvidar que “el amor
de Dios por la humanidad hambrienta de pan, de libertad, de justicia, de
paz y, sobre todo, de su gracia divina, jamás decae”.
El Santo Padre, así mismo, exhortó a “no permanecer como
espectadores indiferentes y tranquilos” ante el grito del hambre de
tantos hermanos y hermanas en todas partes del mundo – “todo tipo de
hambre”, puntualizó.
“El anuncio de Cristo, pan de vida eterna, exige un compromiso
generoso de solidaridad en favor de los pobres, los débiles, los últimos
y los indefensos” señaló el Papa, explicando que esta acción de
cercanía y de caridad “es la mejor comprobación de la calidad de nuestra
fe, tanto a nivel personal, como a nivel comunitario”.
Al término del relato, el Evangelista refiere que, cuando todos se
saciaron, Jesús dijo a sus discípulos: «Recojan los pedazos que han
sobrado para que nada se desperdicie». Momento en el que Francisco pidió
a los fieles presentes en la Plaza de San Pedro que, a imitación de
Cristo, “estamos llamados a hacer que los recursos existentes en el
mundo, no se desperdicien, no sean destinados a finalidades de
autodestrucción del hombre, sino que sirvan para su verdadero bien y su
legítimo desarrollo”.
Por último, el Papa pidió orar a la Virgen María para que en el
mundo “prevalezcan los programas dedicados al desarrollo, a la
alimentación, a la solidaridad”, y no esos “del odio, de los armamentos y
de la guerra”.+
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