CAMINEO.INFO -Roma/ITALIA-
Papa Francisco para la
Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado, a celebrarse el 15 de enero
2017.
Con este tema el Santo Padre “quiere focalizar la atención en los más pequeños entre los pequeños”, informa un comunicado del Pontificio Consejo de la Pastoral para los Migrantes e Itinerantes, subrayando además que “muy a menudo, los niños llegan solos a los países de destinación y no siendo capaces de hacer escuchar la propia voz se vuelven fácilmente víctimas de graves violaciones de los derechos humanos”.
La nota explica asimismo que “la migración es un fenómeno mundial” que afecta a todos los continentes y que “no concierne exclusivamente a personas en busca de trabajo o de mejores condiciones de vida sino también a adultos y menores que huyen de verdaderas tragedias”.
Pensando precisamente en ellos, en la catequesis de la audiencia general de este miércoles 22 de junio, el Papa lanzó un llamado contra la exclusión: “tocar al pobre puede purificarnos de la hipocresía” –se escuchó de sus labios. Luego se refirió a los refugiados. Un grupo procedente del África, invitado por el mismo Pontífice, se sentó cerca de él y Francisco no dudó en decir:
“Hoy me acompañan aquí estos chicos. Muchos piensan que hubiera sido mejor que se quedaran en su tierra, pero allí sufrían tanto. Son ‘nuestros refugiados’ pero los consideramos excluidos. Por favor ¡son nuestros hermanos! El cristiano no excluye a nadie, da lugar a todos, deja venir a todos”.
La celebración de Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado tiene origen en la carta circular “El dolor y las preocupaciones” que la Sagrada Congregación Consistorial envió el 6 de diciembre de 1914 a los Ordinarios Diocesanos Italianos. En ella, se pedía por primera vez que se instituyera una jornada anual de sensibilización sobre el fenómeno de la migración y también para promover una colecta a favor de las obras pastorales para los emigrantes italianos y para la formación de los misioneros de emigración. Como consecuencia de esta misiva el 21 de febrero de 1915 se celebró la primera Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado.