(RV).- Como había sido anunciado, el próximo jueves 11 de junio, a las 11.00 de la mañana, en el Aula Nueva del Sínodo, será publicada la Encíclica del Papa Francisco, titulada “Laudato si, sobre el cuidado de la casa común”.
Este domingo después de rezar a la Madre de Dios, el Santo Padre anunció la presentación de su Encíclica e invitó a acompañar este acontecimiento con una renovada atención a las situaciones de degrado ambiental, pero también de mejoría, en sus propios territorios. Esta Encíclica está dirigida a todos, afirmó el Pontífice y pidió que oremos para que todos podamos recibir su mensaje y crecer en la responsabilidad hacia la casa común que Dios nos ha encomendado a todos.
Escuchemos las palabras del Papa Francisco
Palabras del Papa Francisco después del rezo de la oración mariana
Queridos hermanos y hermanas,
Hoy, se celebra la Jornada Mundial de los Donadores de Sangre, millones de personas que contribuyen, en modo silencioso, a ayudar a los hermanos en dificultad. A todos los Donadores les manifiesto mi aprecio e invito especialmente a los jóvenes seguir su ejemplo.
Los saludo a todos ustedes, queridos romanos y peregrinos: grupos parroquiales, familias y asociaciones. En especial saludo a los fieles de Debrecen (Hungría), de Malta, de Houston (Estados Unidos) y de Panamá; y en Italia a los fieles de Altamura, Angri, Treviso e Osimo.
Una especial consideración a la comunidad de rumanos católicos que viven en Roma y a los jóvenes de la Confirmación de Cerea.
Saludo al grupo que recuerda a todas las personas desaparecidas y les aseguro mi oración. Como también, estoy cerca de todos los trabajadores que defienden de modo solidario el derecho al trabajo, ¡que es un derecho a la dignidad!
Como ha sido anunciado, el próximo jueves será publicada una Carta Encíclica sobre el cuidado de la creación. Invito a acompañar este acontecimiento con una renovada atención a las situaciones de degrado ambiental, pero también de mejoría, en sus propios territorios. Esta Encíclica está dirigida a todos: oremos para que todos podamos recibir su mensaje y crecer en la responsabilidad hacia la casa común que Dios nos ha encomendado a todos.
A todos les deseo un buen domingo. Y por favor, no se olviden de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta la vista!