Ocho personas por minuto piden al Defensor del Pueblo de Cataluña que garantice la libertad de expresión del sacerdote Custodio Ballester, párroco de la iglesia de la Inmaculada Concepción de la localidad catalana de Hospitalet de Llobregat. La Generalidad le ha abierto un expediente sancionador por pronunciar una homilía que le podría costar la cárcel. Además, ha remitido a la Fiscalía de Delitos el texto de la predicación.
El apoyo al sacerdote se está realizando a través de una petición de la plataforma MasLibres.org que puede consultarse aquí.
La portavoz de esta plataforma que defiende la libertad religiosa, Inmaculada Fernández, ha explicado la campaña en estos términos: “Este sacerdote está siendo acosado por predicar la doctrina de la Iglesia. Más de 34.800 personas exigen que se respeten sus derechos como ciudadano y como cristiano”.
“Piden pena de cárcel para un sacerdote que sólo ha predicado el magisterio de la Iglesia en su parroquia, y los ciudadanos se movilizan para recordar que todavía existe libertad de expresión y de culto en Cataluña, al igual que en el resto de España, también para los cristianos”, añade.
La portavoz de MasLibres.org recuerda que “hace sólo una semana un grupo radical difundió un cartel pornográfico con imágenes de un cardenal y un obispo sólo porque habían alzado su voz contra el adoctrinamiento de la ideología de género y recordado el magisterio de la Iglesia. Y ante esos hechos nadie ha levantado la voz para denunciar esa flagrante humillación y el delito de odio contra ellos y todos los católicos. Y ahora, un organismo propio de regímenes autoritarios, el denominado ‘Observatorio contra la Homofobia de Cataluña’, condena las palabras del sacerdote Ballester y políticos y medios de comunicación se unen en masa para amedrentarle, tan sólo por predicar con misericordia, amor y verdad, la doctrina de la Iglesia a sus feligreses”.
“Si un ciudadano no puede ejercer su libertad de expresión y un sacerdote o un pastor no pueden comunicar la doctrina cristiana a sus feligreses, ¿en qué clase de sociedad libre y plural vivimos?”, afirma Fernández, a la vez que denuncia que “los desprecios, insultos, pintadas ofensivas, ataques personales y carteles pornográficos contra obispos y cardenales, no merecen la mínima atención por parte de la Generalidad de Cataluña”.