A
raíz de la Nota de los obispos de las diócesis en Cataluña con ocasión
del momento actual (Tarragona, 11 de mayo de 2017), la Asociación
Enraizados cree conveniente recordar el Comunicado emitido hace unos
años sobre los principios éticos a considerar para adoptar un juicio razonable sobre una posible secesión en España.
Asimismo, y respecto a la polémica surgida por la referida Nota de este pasado 11 de mayo, queremos exponer:
a)
Aplaudimos la llamada al diálogo que realizan nuestros Obispos ante la
actitud de algunos que pretenden romper España sin dar voz a todos
aquellos que la formamos y sin respetar los criterios morales que todo
hombre de buena voluntad debe tomar en consideración en tan delicada
materia.
b)
Respecto al reconocimiento de la «realidad nacional de Cataluña» hemos
de recordar que la Doctrina Social de la Iglesia (DSI) distingue entre
lo cultural y lo político.
En
este sentido, Juan Pablo II recordaba al Cuerpo Diplomático en 1979 que
«la nación es la gran comunidad de los hombres que están unidos por
diversos vínculos, pero, sobre todo, precisamente, por la cultura». Es
decir, en la DSI, la nación es un término esencialmente cultural y no
político.
Por
ser cultural cabe hablar de una nación catalana totalmente compatible
con una de mayor amplitud y de la que forma parte la nación española, al
igual que la nación ampurdanesa, con su cultura propia, puede formar
parte de la catalana. Pero lo que no cabe entender esa realidad como
depositaria de la soberanía, como lo hace la teoría política desde el
siglo XIX con el auge de los nacionalismos.
Por ello, los Obispos catalanes, junto con el resto de sus hermanos españoles, recordaban en la Instrucción Pastoral Valoración moral del terrorismo en España, de sus causas y de sus consecuencias
el 22 de noviembre de 2002: «La pretensión de que a toda nación, por el
hecho de serlo, le corresponda el derecho de constituirse en Estado,
ignorando las múltiples relaciones históricamente establecidas entre los
pueblos y sometiendo los derechos de las personas a proyectos
nacionales o estatales impuestos de una u otra manera por la fuerza, dan
lugar a un nacionalismo totalitario, que es incompatible con la
doctrina católica».
Lamentamos
que no se haya incluido en la Nota actual de nuestros Obispos catalanes
esta aclaración que seguro que libraba a la misma de malas
interpretaciones. Asimismo, quizás deben estudiar nuestros Obispos si
los fieles de calle entienden sus Notas, haciendo lo posible por aunar
lo breve con lo claro, pues al usar un término que puede entenderse en
distintos sentidos, crean confusión si no aclaran en qué sentido lo
dicen.
Como
fieles laicos, pedimos respetuosamente a los Obispos de Cataluña que
sean claros. Si con esta nota quieren decir que solo los ciudadanos de
Cataluña tienen derecho a decidir sobre la situación de Cataluña, que lo
digan. Y si no es esto lo que han querido decir, que lo aclaren.
c)
También lamentamos la referencia a que «sean escuchadas las
legítimas aspiraciones del pueblo catalán». Si nos quedamos al nivel de
una declaración retórica no habría nada que objetar, pues todos estamos
de acuerdo en que «sean escuchadas las legítimas aspiraciones del pueblo
catalán o del español o del europeo o del australiano». El problema es
el contexto en el que se pronuncia. ¿A qué se refieren nuestros Obispos?
¿A qué se oiga el clamor de los niños abortados en Cataluña? ¿A qué se
oiga la voz de los necesitados en lo material y en lo espiritual?
¿Quizás a los padres que no pueden escolarizar a sus hijos en su lengua
materna cuando esta no es la catalana? ¿Quizás a los perseguidos por
rotular en español? ¿Quizás a los indignados porque en su tierra los
poderes públicos se salten la ley justa? Nos tememos que no se refieren a
estos clamores aunque todos ellos los consideramos «legítimas
aspiraciones del pueblo catalán».
d)
Por último, festejamos las referencias de nuestros Obispos a la
erradicación de la corrupción y a la regeneración moral a nivel personal
y social, y sobre todo su llamada a la transcendencia y a la oración.
Volvemos a remitir aquí al Comunicado emitido hace unos años por la Asociación Enraizados sobre los principios éticos a considerar para adoptar un juicio razonable sobre una posible secesión en España.