El cardenal arzobispo de Valencia,Antonio Cañizares, ha expresado, en un artículo titulado «Ante las elecciones», que ante la próxima convocatoria de elecciones, el «voto habría de encaminarse a hacer posible el rearme de la vida moral de nuestro pueblo, a la superación de toda corrupción, a la recuperación, defensa y promoción del valor inalienable de la persona humana como base de todo ordenamiento social, político y económico». En el artículo, publicado en el diario La Razón y reproducido en la web del Arzobispado de Valencia, el purpurado asegura que «con el voto responsable se ha de contribuir a que se haga posible en España una democracia sustentada en la verdad del hombre y en la ética».
Tras precisar al comienzo de su artículo que ofrece sus reflexiones "particularmente a los fieles católicos de mi diócesis y a quien me quiera escuchar", y también "conforme a mi deber en cuanto tal, con toda sencillez y espíritu de colaboración y sin ningún género de intromisión abusiva", el Cardenal expresa que "el voto responsable debería favorecer aquellas formaciones políticas que se comprometan en el trabajo por los valores éticos y la verdad y la vida del hombre, por la defensa y tutela de nuestra niñez y de nuestra juventud, con una auténtica educación que vaya a lo profundo del corazón y a la siembra de valores hondamente humanos y por el reconocimiento efectivo de la dignidad, verdad y grandeza de la familia y del amor humano".
El voto, en suma, "ha de contribuir al saneamiento de la sociedad y al impulso de una cultura de la vida y de la solidaridad entre nosotros, erradicando o paliando las múltiples y nuevas pobrezas, actuando en la fuente de sus raíces", según el cardenal Cañizares que recuerda que el voto "también ha de buscar favorecer el desarrollo normal de la apertura del hombre a Dios, fuente suprema de la dignidad y libertad de la persona humana y fundamento de su verdad".
Crisis económica "grave" y "desconcierto moral"
Según el purpurado, "a todos nos preocupa, con razón, la crisis económica de la que se está hablando constantemente". Así, "los sufrimientos e inquietudes humanos y sociales que acarrea son innegablemente grandes". Por ello, "es necesario, sin duda alguna, atender esta situación pero también hemos de atender, en nuestra condición de católicos, otros aspectos básicos de la realidad". Para el Cardenal, la crisis económica es "grave" aunque "no es más que un síntoma de un mal mucho más profundo: la raíz de nuestros males está en el derrumbe moral de nuestra sociedad, en el desconcierto moral que atravesamos".
Además, "uno de los signos más palpables de este deterioro y de lo poco que, con frecuencia, se tiene en cuenta al hombre es la falta de respeto al niño no nacido". Esta falta de respeto "mina las bases de un Estado de derecho", según el cardenal Cañizares que advierte cómo "la legislación española vigente ha dado en este tema pasos en la dirección opuesta a la defensa del derecho de la vida y, por eso, ha avanzado hacia la desmoralización de nuestro pueblo y en el desprecio del hombre".
Según el purpurado, "el precio de la desmoralización o deterioro moral de nuestra sociedad o del relativismo moral al que se nos acostumbra lo paga siempre la persona humana y, a la larga, la sociedad formada por personas humanas y no sólo por intereses económicos o políticos".
Por ello, el cardenal Antonio Cañizares destaca que "todos, y en particular los cristianos hemos de ejercer con responsabilidad nuestro deber de ciudadanos y nuestra obligación de acuerdo a las exigencias del bien común y de la caridad política".