El suspendido viaje del Papa Francisco a España tenía ya impresas las invitaciones

Según ha sabido Religión Confidencial, los preparativos estaban tan avanzados que existían ya entradas para asistir a las celebraciones del centenario, en una fecha concreta, el día 2 de agosto, y para actos que iban a celebrarse tanto en Ávila, la ciudad de la Santa, como en Alba de Tormes, donde falleció y se veneran sus restos.

Hasta el mismo día en que se produjo el anuncio de la Secretaría de Estado del Vaticano, las gestiones desde España estaban centradas en lograr que la visita tuviera más de una jornada de duración. El argumento que se había elevado a Roma era que no “cabía” en un solo día.

La explicación de ese problema era que el Pontífice vendría por vez primera a España y eso supone que tendría que haber un recepción de Estado, en el aeropuerto de Barajas, con presencia de los reyes Felipe y Letizia.

Después vendría el desplazamiento a Ávila, más tarde a Alba de Tormes, y finalmente tendría que producirse de nuevo una despedida oficial en Barajas. Esa suma de actos no era posible en una sola jornada, y así se había trasladado a la Santa Sede, con la propuesta de que el Papa Francisco estuviera dos día en España.

Al final, y a pesar de las gestiones, realizadas a través de la Nunciatura en Madrid, el desplazamiento no tendrá lugar.