Miguel Ángel Jiménez: La Iglesia no tiene ninguna asignación en los Presupuestos Generales del Estado

Con motivo del próximo Día de la Iglesia Diocesana, que se celebra el 16 de noviembre, Miguel Ángel Jiménez, sacerdote de la Diócesis de Ciudad Real y nuevo Director del Secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia de la Conferencia Episcopal Española, nos ha concedido una entrevista a Agencia SIC. En ella nos explica de primera mano el cometido concreto de este secretariado, el funcionamiento del sostenimiento económico de la Iglesia en España , la gestión de los bienes de la misma y la importancia de la campaña “XTantos”.

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P. Para las personas que no conocen el cometido concreto de cada departamento y Comisión de la Conferencia Episcopal Española, ¿Podría explicar cuál es la función del Secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia del que usted es director?

R. La misión de este Secretariado es ofrecer a las diócesis y a las parroquias instrumentos y ayudas concretas de cara al sostenimiento de la Iglesia. Indudablemente, esto tiene relación directa con el sentido de pertenencia a nuestras parroquias y en nuestras diócesis. Por eso, desde el Secretariado hablamos de economía pero no solo de economía. Dicho de manera sencilla: si pensamos que somos la familia de los hijos de Dios por el Bautismo es mucho más fácil de entender. Uno se preocupa de la marcha de su familia, de las necesidades que hay en su casa, desde la compra semanal, las posibles reformas que hay que hacer, o cómo se encuentran anímicamente cada uno de los miembros de la familia y todo lo que rodea sus vidas. Exactamente igual es la manera en que nos debemos situar en nuestra parroquia y en nuestra diócesis. El papel del Secretariado es ir haciendo crecer ese sentido de pertenencia haciendo especial hincapié en lo económico. Además, el Secretariado es el responsable de la campaña de comunicación Xtantos para animar a los católicos, y a los que valoran la labor de la Iglesia, que marquen la X a favor de la Iglesia en la Declaración de la Renta.

Hay una cosa que se olvida, quizá, con demasiada frecuencia y es que la Conferencia Episcopal no son los departamentos centrales de la Iglesia Española. Eso es considerar que la Iglesia tiene una estructura piramidal al estilo de cualquier empresa. La Conferencia Episcopal es un órgano de coordinación y, por eso, el Secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia está al servicio de todas y cada una de las diócesis españolas en aras al sostenimiento económico y en todo lo que a él se pueda referir.

P. “Por tantos” es una de las campañas anuales en las que la Iglesia en España pone especial empeño y además una de las campañas que más aparece en los medios de comunicación ¿Por qué es tan importante?

R. La campaña Xtantos fue la primera vez que la Iglesia hacía una campaña de publicidad en medios masivos. Esta campaña muestra toda la labor que la Iglesia hace en beneficio de la sociedad. Ahí radica su importancia. Además, es que está dirigida a todos los que, creyentes o no creyentes, valoran y reconocen la contribución de la Iglesia en multitud de ámbitos. Reconociendo esa labor, se pide su colaboración económica de una manera no cuesta nada pero que significa mucho. La X de la Iglesia en la Renta supone que el contribuyente decide el destino del 0’7% de sus impuestos. Al Estado no le cuesta nada y, además, es que cada euro que se invierte en la Iglesia rinde como si fueran 2’40 euros. Es una buena inversión para todos.

P. Hace unos días un medio publicaba el siguiente titular: ”El PSOE planteará suprimir la “X” de la Iglesia en la declaración de la renta”,¿ qué pasaría si se eliminara la “X”?

R. Hay que recordar que el sistema que tenemos ahora mismo, el de marcar la X a favor de la Iglesia con la posibilidad de marcar conjuntamente también la X de Fines Sociales, es una forma de asignar a la Iglesia y a Fines Sociales de manera libre y que lo posibilitaron anteriores gobiernos. Nada del dinero de los que no marcan la X de la Iglesia va para ella porque la Iglesia, además, no tiene ninguna asignación en los Presupuestos Generales del Estado. Si cualquier gobierno decidiera quitar o cambiar ese sistema de asignación habría que buscar otras fórmulas para el sostenimiento básico de la Iglesia. De todas formas, ese y otros debates son interesados. No importan los argumentos que se puedan ofrecer o, ni siquiera, el grandísimo bien que la Iglesia está suponiendo para la sociedad española.

P. ¿Por qué esta campaña toma un carácter generalista (en comparación a otras campañas de la Iglesia) y se le da más importancia en los medios de comunicación?

R. Si en otro tipo de campaña el auditorio, -nuestro “target” que diría un especialista en Marketing- por decirlo así, es específicamente el cristiano de nuestras parroquias y comunidades cristianas, en la campaña Xtantos nuestro auditorio, nuestro “target”, es más amplio. Nos dirigimos a toda la sociedad en general porque católicos y no católicos pueden valorar la labor de la Iglesia en beneficio de la sociedad. No faltan voces ateas, agnósticas o indiferentes a la fe que lo manifiestas así explícitamente. Nosotros estamos convencidos de que la contribución que la Iglesia está haciendo en beneficio de toda la sociedad no es cuantificable. Se puede medir el trabajo que se realiza diariamente en campos tan variados como la sanidad, la educación, el cuidado de enfermos, drogodependientes, abandonados… No se puede cuantificar cuando una persona busca y encuentra consuelo, apoyo y esperanza. Y eso sin pedir nada a cambio. Mostrar a la sociedad española toda esa verdad sobre la labor de la Iglesia y animar a todos a marcar la X redunda en un profundo beneficio social.

P. Tópicos como las riquezas de la Iglesia o la exención de impuestos son temas que están a la orden del día en conversaciones de la calle… ¿La Iglesia realmente tiene tantas riquezas? ¿Tiene privilegios en cuanto a impuestos?

R. El patrimonio de la Iglesia es muy amplio en España. Hay 3.168 Bienes inmuebles de interés cultural que pertenecen a la Iglesia y ella es la encargada de custodiar y cuidar ese patrimonio. A eso nos referimos cuando decimos que es de la Iglesia: es de los cristianos de hace 19 siglos, de los de hace 3 siglos, de los cristianos que vivimos nuestra fe en estos años y, también, de los cristianos que vendrán. Los que construyeron, pongamos por caso, la Catedral de León merecen un respeto por nuestra parte. Merecen que cuidemos su obra, que la mantengamos, que la restauremos y que la disfrutemos. Es una gran riqueza que la Iglesia pone para enriquecimiento de todos. Es un gran servicio a todos. Todos los edificios religiosos se construyeron con un “para qué” que es importante responder y, también, “por quién”. Eso nos da que la Iglesia, la de ayer, la de hoy y la de mañana es la encargada de cuidar y de mantener todo. Como, además, es un servicio a todos por eso se requiere la colaboración de las administraciones públicas.

¿Podrían venderse? Creo que quién afirma eso se deja llevar por un buen sentimiento y por la buena voluntad pero irrealizable. Además, da la sensación como que si se vendieran se solucionarían los problemas, al menos, económicos, y no es así. La raíz que solucionaría esos problemas es otra.

La Iglesia actualmente se enmarca dentro de la Ley de Mecenazgo y en base a esa ley ajusta su actuación concreta. La Iglesia no tiene ningún privilegio sino que se ajusta a la Ley exactamente igual que otras instituciones o asociaciones.

Son temas recurrentes sobre los que no tenemos que dejar de hablar. ¿La Iglesia es rica? Su mayor patrimonio son los miles y miles de voluntarios que generosamente ofrecen su tiempo y sus cualidades, lo que son y lo que tienen en beneficio de los demás. Esa es la mayor riqueza de la Iglesia. También la fe y cómo la fe mueve nuestros corazones a trabajar con ahínco en la caridad viendo reflejado en el rostro de cualquier persona, el rostro de Cristo.

P. Somos los católicos españoles los que tenemos que sustentar la Iglesia en nuestro país. ¿Somos conscientes de ello?

R. En los últimos treinta o cuarenta años se ha avanzado mucho. Ahora hay muchas más personas que participan activamente en la vida de las parroquias y, por tanto, también de las diócesis. Al participar más activamente en actividades concretas como la catequesis, la liturgia, los grupos de Cáritas, el acompañamiento a enfermos o a ancianos, ha supuesto que los católicos sean mucho más conscientes de las necesidades en el sentido más amplio. ¿Tenemos que seguir profundizando? Por supuesto que sí. Nunca nadie podrá decir que quiere lo suficiente a sus padres o a sus hijos, a su familia entera o a sus amigos… Desde que ahí hay que mirar también la realidad de nuestras parroquias.

P. ¿Cuánto ingresa la Iglesia al año? ¿Qué porcentaje viene de la aportación de los fieles, asignación tributaria, ingresos corrientes, ingresos extraordinarios y por patrimonio y otras actividades?

R. En la Declaración de la Renta de 2013, del ejercicio 2012, que son los últimos datos que sabemos, la Iglesia ingresó algo más de 248 millones de euros. O sea, lo que los contribuyentes decidieron porque esa cantidad es fruto de la libre voluntad de los que marcan la X y que deciden que el 0’7% de sus impuestos vaya para la Iglesia porque valoran y reconocen su labor.

No hay datos de los ingresos de las diócesis porque cada diócesis es independiente también en lo económico. Son ellas, las diócesis, las que dan cuentas y distribuyen su cuenta de resultados en las parroquias de su territorio. Es un profundo ejercicio de transparencia que está teniendo lugar en los últimos años. En la mayoría de las parroquias, este fin de semana encontrarán las cuentas de la diócesis. Además, muchas de ellas también ofrecerán sus cuentas. Claro, los que no van a misa o no están cerca de la vida parroquial no se enterarán. Luego quizá argumentarán que la Iglesia no es transparente con sus recursos pero esa afirmación nos dirá que tenemos que seguir avanzando en la difusión y en dar a conocer los resultados económicos.

Haciendo un cálculo aproximado en torno al 25% de los gastos totales de la Iglesia son cubiertos por la X de la Renta. El otro 75% procede de colectas, donativos, suscripciones periódicas, etc.

P. ¿Cómo se administran estos gastos? ¿Para qué utiliza la Iglesia en nuestro país esos ingresos que recibe?

R. La Iglesia destina esos recursos a las necesidades que puede tener. Igual que en una familia, la Iglesia hace frente a los gastos que puede haber empezando por los más prioritarios. Su destino es muy variado, no tiene un único fin: actividades pastorales, labor caritativa y social, labor en el campo de la educación, cuidado y conservación del Patrimonio, sueldos de los sacerdotes, etc. Todos los años, en torno al mes de junio, se presenta la “Memoria de Actividades de la Iglesia”.

Además, en los dos últimos años esta la Memoria, en la que se ofrecen también datos económicos, ha sido auditada por PWC. No solo se da cuenta del dinero de la “X”, sino también del reparto del Fondo Común Interdiocesano –solidaridad y generosidad entre las distintas diócesis-, y de la inmensa labor que la Iglesia desarrolla con ese dinero. Solo un dato: cada euro rinde en la Iglesia como 2,40 euros y eso es gracias a la generosidad de los voluntarios y de todas las personas que colaboran con la Iglesia.

(Lourdes Artola – Agencia SIC)

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