(Gaudium Press)
Luke Goodrich, Consejero Senior del Fondo Becket para la Libertad
Religiosa y abogado defensor en varios de los más relevantes casos
recientes en esta materia en Estados Unidos como el de las Hermanitas de
los Pobres y Hobby Lobby, publicó un nuevo libro titulado «Libres para Creer: La batalla por la libertad religiosa en América». El objetivo de la publicación es explicar por qué la libertad religiosa es importante para la sociedad, la manera como es amenazada y formas en las cuales podría ser protegida.
«Si el gobierno puede alcanzar nuestro interior y obligarnos a violar nuestra conciencia, hay muy poco que el gobierno no pueda hacer»,
alertó Goodrich al exponer los motivos detrás de la redacción de su
libro al periódico Intermountain Catholic. «Todo ser humano nace con un
impulso religioso, un deseo de una verdad trascendente y, por su propia
naturaleza, no podemos actuar ese impulso bajo coacción».
El caso de las Hermanitas de los Pobres, que llegó hasta la Corte
Suprema, es apenas uno de un gran número de procesos abiertos para
detener el llamado mandato antinatalista de la administración Obama.
«Es una de las pocas veces en la historia de nuestra nación en que el
gobierno federal ha intentado, a una escala tan grande, obligar a tantas
organizaciones religiosas a violar su conciencia, particularmente en
torno al tema del aborto», recordó el experto. El tema de la libertad
religiosa ha sido una constante de su labor y una expresión de su
convicción personal: «Es una gran alegría (trabajar este tema) porque
creo que la libertad religiosa es un derecho humano básico y una cuestión básica de la justicia bíblica».
Goodrich plantea un escenario de desafíos futuros a la libertad
religiosa y defiende este derecho basado en 3 argumentos principales: la libertad religiosa es benéfica para la sociedad, es la base de todos los demás derechos y en sí misma es un derecho humano
fundamental. «Las antiguas creencias cristianas sobre la vida, el
matrimonio y la verdad absoluta, que solían ser poco controvertidas,
ahora se ven en muchos sectores como una amenaza para la cultura
predominante», alertó el jurista, que sin embargo no analiza esta
problemática desde una perspectiva exclusivamente humana: «Como
cristianos, nuestra esperanza no descansa principalmente en los
resultados de una elección o la composición de la Corte Suprema. Si
somos cristianos, nuestra esperanza descansa en la persona de
Jesucristo», concluyó.
Con información de CNS.