CAMINEO.INFO.-
1. Canto, vídeo, “Jesus Crist, you are my life”. Jesucristo es nuestra vida. A más intimidad con El, más vida. Continuemos en nuestro camino de encontrarnos con El de una manera nueva.
2. Nos ponemos en la presencia de Dios. El nos mira, nos escucha, desea establecer un diálogo, está pendiente de nosotros porque nos ama. En un segundo momento, nos hacemos presente su desieo intensísimo de unirse a nosotros.
3. Reflexión: Durante esta semana os propondré un esquema de oración diferente, para mirar de hacer un nuevo acercamiento a Jesús, una nueva manera de encontrarse con Jesús, que a mí me funciona muy bien. Pero antes recordar algunas idees sobre la Palabra de Dios:
• Se necesita entenderla como una actividad
divina que produce infaliblemente efecto...
• Jesús se autorevela. En la Palabra Jesús
nos revela su persona, su ser más profundo. Él abre su interioridad esperando
encontrarse con nosotros, con nuestra interioridad.
• Al tomar la Palabra es necesario que
actualitzemos lo que vamos a hacer: vamos a conocer a Jesucristo, vamos a
encontrarnos con Él, y este encuentro es siempre transformador. Nos queremos
encontrar con Él, no reflexionar sobre sus ideas.
• Dios nos crea hablando, el hombre se
construye escuchando (Shema Israel “escucha Israel”)
4. “Cuatro
niveles para encontrarnos con la persona de Jesús” + propuesta de un texto para
vivir el encuentro siguiendo estos niveles. La parábola de los talentos
5. Recemos un misterio inventado: Contemplemos el gran deseo de Jesús de que
le conozcamos, de que nos encontremos con Él.
6.
Padrenuestro final.
Miremos de rezar el Padrenuestro unidos a Jesús, como Él debía decir esta
oración.
Nivel 1: Ideas de Cristo: Qué dice Jesús? Cuáles
ideas me comunica? (ideas luz para nuestra vida)
Nivel 2: Vida de Cristo: Cómo vive Jesús esto que
nos comunica?.(Pido la gracia para vivir lo que Él vivió)
Nivel 3: Sentimientos de Cristo: Procuremos entrar
en el corazón de Cristo. ¿Qué sentimientos/deseos/certidumbres le llevan a
manifestarse o actuar como lo ha hecho?
Entonces el
Evangelio tiene vida porque hemos entrado en el corazón de Jesús. Orígenes
habla de la leccio divina como “escuchar los latidos del corazón de Jesús”.
Filipenses 2,5: “Tened, pues, los sentimientos que corresponden a quienes estan
unidos a Cristo Jesús”. (Pidámosle sentir lo que Él siente)
Nivel 4: Dirigimos los sentimientos de Cristo hacia
nosotros: aquello que hemos encontrado en su corazón lo dirigimos a nuestras
personas. Aquello que he visto que sentía, lo siente también por mí.
Estamos en el
corazón de Cristo, del Cristo que caminó por la tierra de Palestina. Formamos
parte del corazón de Cristo, cada uno somos una fibra del corazón de Cristo,
estamos presentes en su corazón. Es un misterio pero es así: Jesucristo nos
conoce y nos ama personalmente a cada uno. Toda la humanidad está presente en
el corazón de Cristo y es amada por Cristo.
Es lo que San
Pablo experimentó: “me ha amado y se ha entregado por mí” y es lo que la
Iglesia siempre ha creído.
Siguiendo este
esquema vivimos un encuentro personal muy profundo con Jesús, nos encontramos
con sus ideas, con su vida, entramos en su corazón y Él entra en el nuestro.
Nos encontramos con Jesús meditando la parábola de los talentos. Siguiendo los 4 niveles, Mt 25,14-30:
“El reino de los
cielos es como un hombre que, a punto de viajar a otro país, llamó a sus
criados y los dejó al cargo de sus negocios. A uno le
entregó cinco mil monedas, a otro dos mil y a otro mil: a cada cual
conforme a su capacidad. Luego emprendió el viaje. El criado que recibió las
cinco mil monedas negoció con el dinero y ganó otras cinco mil. Del mismo modo,
el que recibió dos mil ganó otras dos mil. Pero el que recibió mil, fue y
escondió el dinero de su señor en un hoyo que cavó en la tierra.
"Al cabo de mucho tiempo regresó el señor de aquellos criados y se puso a
hacer cuentas con ellos. Llegó primero el que había recibido las cinco mil
monedas, y entregando a su señor otras cinco mil le dijo: ‘Señor, tú me
entregaste cinco mil, y aquí tienes otras cinco mil que he ganado.’ El señor le
dijo: ‘Muy bien, eres un criado bueno y fiel. Y como has sido fiel en lo poco,
yo te pondré al cargo de mucho más.Entra y alégrate conmigo.’ Después llegó el
criado que había recibido las dos mil monedas, y dijo: ‘Señor, tú me entregaste
dos mil, y aquí tienes otras dos mil que he ganado.’ El señor le dijo: ‘Muy
bien, eres un criado bueno y fiel. Y como has sido fiel en lo poco, yo te
pondré al cargo de mucho más. Entra y alégrate conmigo.’
“Por último llegó el criado que había recibido mil monedas y dijo a su amo:
‘Señor, yo sabía que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y
recoges donde no esparciste. Por eso tuve miedo; así que fui y escondí tu
dinero en la tierra. Aquí tienes lo que es tuyo.’ El amo le contestó: ‘Tú eres
un criado malo y holgazán. Puesto que sabías que yo cosecho donde no sembré y
recojo donde no esparcí, debías haber llevado mi dinero al banco, y yo, a mi
regreso, lo habría recibido junto con los intereses.’ Y dijo a los que allí
estaban: ‘Quitadle a este las mil monedas y dádselas al que tiene diez mil. Porque
al que tiene, se le dará más y tendrá de sobra; pero al que no tiene, hasta lo
que tiene se le quitará. Y a este criado inútil arrojadlo fuera, a
la oscuridad. Allí llorará y le rechinarán los dientes.’