CAMINEO.INFO.- El 4 de junio, a las 14.30, se celebrará la misa anual de la Renovación Carismática Católica (RCC), de la Región Buenos Aires, en la catedral metropolitana de Buenos Aires.
El arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Jorge Mario Bergoglio, presidirá la misa. También asistirán autoridades de la RCC de todo el país como el Coordinador nacional, Rubén Sánchez; el asesor nacional, padre Carlos Acosta; el Coordinador de la región Buenos Aires, Jorge Tarifa; y los padres Francisco Muñoz Molina y Alberto Ibánez Padilla (P.A), líderes fundacionales de la Renovación Carismática Católica en la Argentina.
“Nuestra esperanza es Jesús”, expresa la convocatoria a la misa que será concelebrada por sacerdotes de toda la región pastoral.
El purpurado porteño acompaña a la Renovación Carismática en distintas iniciativas, como el Programa de Formación para Líderes y los actos ecuménicos en el Luna Park, entre otras.
Renovación Carismática Católica (RCC)
La RCC surgió en 1967 cuando algunos estudiantes de la Universidad de Duquesne (Estados Unidos), participaron en un retiro durante el cual experimentaron la efusión del Espíritu Santo y la manifestación de algunos dones carismáticos. Desde entonces, la RCC se ha difundido rápidamente por todo el mundo.
Actualmente más de 100 millones de católicos participan de la espiritualidad de la RCC en numerosos países de los cinco continentes. Tiene un Consejo Internacional reconocido por el Consejo Pontificio para los Laicos.
Los objetivos de la RCC son: fomentar la conversión madura y constante a Jesucristo, propiciar una receptividad personal decisiva a la persona, presencia y poder del Espíritu Santo. Fomentar la recepción y utilización de los dones espirituales, vivir la obra de evangelización en el poder del Espíritu Santo, incluyendo la evangelización de los no bautizados, la reevangelización de los cristianos nominales, la evangelización de la cultura y las estructuras sociales. Por último, buscan el crecimiento constante en santidad a través de la integración adecuada de estos énfasis carismáticos en la vida plena de la Iglesia.