La Palabra de Dios en esta semana nos muestra a Jesús camino de Jerusalén, un viaje que terminará con la realización de la Voluntad del Padre y la glorificación. Su camino hacia Jerusalén es una aventura que comenzará con rechazos y evidentes adhesiones al Señor, como podremos escuchar. Conviene que nos fijemos en la actitud de Jesús, cómo trata el tema con sus discípulos y cómo les hace ver el corazón misericordioso de Dios. En el viaje, aprenderán por los gestos y signos del Señor una hermosa lección de misericordia, de amor a todos y del deber de saber perdonar siempre. En este contexto, brilla con propia luz el cántico del salmo que proclama a los cuatro vientos dónde está la Vida y el sentido de nuestra existencia, en confiar en Dios, en seguir sus pasos, porque Él nos cuida y protege: “Me enseñarás el sendero de la Vida, me saciarás de gozo en tu presencia, de alegría perpetua a tu derecha”.
Como un buen pedagogo, Jesús enseñará a los discípulos la importancia de hacer la Voluntad de Dios, les explicará con ejemplos la iniciativa salvadora del Señor, como hay que orar, como perdonar, el rostro misericordioso de Dios Padre; les expondrá las razones para no tener miedo y confiar siempre en Él, les dará el mandamiento nuevo, curará enfermos, resucitará muertos… La importancia del camino es tanta, que en los pocos versículos leídos hoy se le ha nombrado dos veces. Este es un tema central en la teología de San Lucas, que de forma sencilla presenta algo esencial para la vida de los cristianos: el Señor prepara a sus discípulos para el sufrimiento, al mismo tiempo que les exhorta a la paciencia y a la mansedumbre, para que no se dejen llevar del mal. Observad como les riñe ante la primaria reacción que tienen ellos.
Acabamos de comenzar el mes de julio y, con él, muchos de vosotros comenzaréis las vacaciones, recordad que el verano es también tiempo de salvación y que estando de descanso siempre hay tiempo para pensar, para repasar la vida, para pedir la luz al Señor y cambiar, para acercaros al corazón de Dios. Será una buena oportunidad para poner paz en el interior y rezar, escuchando la voz de Dios y orando por las necesidades de los demás. Pedid por el Santo Padre, rezad para que Dios le conceda fortaleza y nos siga llevando a la Comunión con sus palabras y signos. En este domingo vuestra aportación económica. Gracias
