CAMINEO.INFO.- El tiempo de Adviento se ha abierto con el grito profético de Juan Bautista: “preparad los caminos del Señor”. Se trata del clamor de Isaías que decía que el tiempo está cumplido y que hay que convertirse. En todas las Iglesias del mundo se está anunciando esta misma Palabra, a todos los hombres se le ofrece el mismo camino, año tras año, día tras día, ¿qué nos pasa que no acabamos de fiarnos?
El profeta insistía en la necesidad de tener confianza, porque Dios está presente con toda su fuerza y porque su brazo domina, como un pastor que apacienta su rebaño… lleva en brazos a los corderos y cuida de las madres… Las imágenes que utiliza Isaías son de una delicadeza exquisita e invitan a la confianza. Contrasta, sin embargo, el empeño del mundo por alejarnos de la mano de Dios. Es significativo el sarcasmo que utilizó el irlandés Samuel Beckett en “Esperando a Godot”: donde no se sabe bien a quien se espera y, además, se tiene la seguridad de que no va a llegar nunca. El mundo te ofrece un camino a ninguna parte.
La Iglesia nos ofrece en este tiempo la Vida y la Esperanza, como regalo de Dios, pero necesitamos CONVERTIRNOS de verdad, que el Señor llega, que no tardará y cumplirá su promesa. Esto es lo que nos ha dicho San Pedro en la segunda lectura de hoy: Dios tiene paciencia, pero es bueno que nos encuentre en paz con Él, inmaculados e irreprochables.
La Virgen María es nuestro mejor modelo de fidelidad, porque ha confiado en el Señor con firme esperanza y ha sabido esperar el cumplimiento de la Palabra de Dios sobre la llegada del Mesías, con el ansia de la fe. Que Dios os bendiga,