CAMINEO.INFO.- A los frutos de la pasada Jornada Mundial de la Juventud con el Papa Benedicto XVI en España hay que abrirle las puertas para darles continuidad, para que jóvenes y adultos consolidemos las raíces cristianas, sintamos la centralidad de Cristo en nuestras vidas, y crezcamos como discípulos y apóstoles de la fe que profesamos. Destaco vivamente la cita de San Pablo, que sirvió para la reflexión y la catequesis en la Jornada Mundial de la Juventud: “Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe”(cf. Col 2, 7). Para los tiempos que corren, esta invitación de Pablo es digna de tomar en serio, por esta razón, estará este año en el centro de nuestras reflexiones, en la programación pastoral.
Cristo nos invita a construir nuestra vida con Él, sobre fundamentos sólidos. Todos estamos llamados a comenzar o potenciar la relación con el Señor. «No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva», decía el Papa. Ser cristianos quiere decir estar “injertados” en Cristo como los sarmientos a la vid: «Separados de mí no podéis hacer nada» (Jn 15, 5).
Nuestra Diócesis de Cartagena se hace eco de la Nueva Evangelización que nos propone la Iglesia, en los documentos de preparación para el Sínodo, siendo conscientes de que: En el corazón del anuncio está Jesucristo, en el cual se cree y del cual se da testimonio. Transmitir la fe significa esencialmente transmitir las Escrituras, principalmente el Evangelio, que permiten conocer a Jesús, el Señor. Naturalmente que esto nos debe llevar a todos, en primer lugar, a una sincera conversión para que nuestras palabras vayan acompañadas del testimonio, de la experiencia de ser de Cristo.