En el 48° aniversario del fallecimiento del Siervo de Dios Argentino del Valle Larrabure, el obispo castrense y responsable de la Delegación Episcopal para las Causas de los Santos, monseñor Santiago Olivera, presidió una misa en su honor en la parroquia Nuestra Señora de Luján Castrense, del barrio porteño de Belgrano.
Durante la celebración, que fue concelebrada por capellanes
castrenses de las Fuerzas Armadas y Fuerzas Federales de Seguridad,
monseñor Olivera anunció que iniciará el proceso de beatificación sobre
el martirio del coronel secuestrado, torturado y asesinado en 1975.
Antes de la bendición final, y en presencia de dos nietas del
coronel, Tatiana y María de las Mercedes Larrabure, el vicario general,
monseñor Gustavo Acuña,
leyó la carta que anunciaba: “Según el decreto OCA 56/2023, en los
próximos días iniciará la instrucción de la Causa y comenzará a trabajar
el tribunal que tendrá a cargo el proceso de beatificación sobre el
martirio de dicho Siervo de Dios, donde las distintas comisiones tendrán
a cargo la recolección de testimonios, además se realizarán los
trabajos de peritos teólogos, peritos históricos, y peritos médicos,
entre otros”.
Siete personas tendrán en sus manos la decisión, que será enviada al
Vaticano para el veredicto final. Será juez de la instrucción, el
presbítero licenciado Roberto Luis Adrián Forte; promotor de Justicia, el presbítero doctor Carlos Rubén Terceiro Muiños; notario, el presbítero Diego Manuel Pereyra; notario adjunto, el doctor. Franco Darío Bordón Zanfagnini; perito teólogo, monseñor Gustavo Fabián Acuña; perito médico, el presbítero, y médico Sergio Omar Fochesato; y perito en historia, licenciado Sebastián Miranda.
El postulador que nombró monseñor Olivera será el capellán mayor de la PSA Rubén Bonacina, quien tendrá el deber de reunir los testimonios que acrediten la beatitud de Larrabure.
Monseñor Olivera explicó en su mensaje que “los distintos testimonios
cuentan que Larrabure se podría haber salvado de su cruel destino, pudo
decir ‘sí’ y "salvarse a un precio demasiado alto: ayudarlos a fabricar
explosivos para seguir matando. Sin embargo, dueño de una fe
inquebrantable, dijo ‘no’ y mientras cantaba el himno, fue martirizado
en manos del ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo)”.
“Larrabure entregó su vida perdonando a aquellos que decidieron
matarlo”, prosiguió el prelado en su mensaje, destacando que “su actitud
ante el sufrimiento y la muerte muestran la obra de la virtud y el don
de fortaleza que, vivificada por la Fe, se alimenta en la caridad, cuya
corona es la capacidad del perdón”.
En ese sentido, animó “a tener presente esta intención en la oración
de los fieles pidiendo la pronta beatificación del Siervo de Dios
Coronel Argentino del Valle Larrabure”.
Argentino del Valle Larrabure
Nació
en San Miguel de Tucumán el 6 de junio de 1932, era ingeniero químico y
fue segundo jefe de la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos situada
en la ciudad de Villa María, provincia de Córdoba.
Contrajo matrimonio el 8 de diciembre de 1955 con María Susana de San Martín (a quien llamaba Marisú, fallecida el 4 de septiembre de 2001 a los 69 años) con quien tuvo dos hijos: María Susana y Arturo.
La noche del 11 de agosto de 1974, bajo el gobierno democrático de María Estela Martínez, quien había asumido la Presidencia tras la muerte del general Juan Domingon Perón,
fue blanco de un ataque por parte de unos 70 integrantes del ERP cuyo
objetivo era armarse y secuestrar al jefe de la fábrica, el coronel Osvaldo Guardone. Pero al no encontrarlo, se llevaron secuestrado al segundo jefe, el mayor Argentino del Valle Larrabure.
Los integrantes del grupo guerrillero lo mantuvieron cautivo 372 días
en condiciones infrahumanas: una celda de 2 metros de alto, por 1.10 de
largo y 60 cm de ancho, un hueco en un sótano de la ciudad de Rosario
donde fue víctima de torturas, privaciones, falta de alimento y presión
psicológica.
El militar -según los testimonios que se conocen- no estaba dispuesto
a compartir la fórmula para fabricar explosivos que tenía en su cabeza
aunque le costara la vida. Sí estaba dispuesto a morir para evitar que
el Ejército Revolucionario del Pueblo continuara matando.
Larrabure -se asegura- se podría haber salvado de su trágico destino.
Su cuerpo fue encontrado el 23 de agosto de 1975 en una zanja. Tenía 44
años de edad. Para la Iglesia Católica es Siervo de Dios porque ese 19
de agosto de 1975 entregó su vida de forma heroica, perdonando a
aquellos que decidieron asesinarlo. Ese martirio podría convertirlo en
beato, sin necesidad de que existan milagros por su intercesión.+