La diócesis de Estelí (Nicaragua) confirmó el
arresto el fin de semana de dos de sus sacerdotes por parte de la
Policía Nacional, actualmente al servicio de Daniel Ortega y Rosario
Murillo.
En un comunicado la diócesis informó de la detención del padre Pastor
Eugenio Rodríguez Benavides, párroco de la Divina Providencia de
Jalapa, en el departamento de Nueva Segovia, y del padre Leonardo
Guevara Gutiérrez, párroco de la catedral de Estelí.
Los sacerdotes, ambos nicaragüenses, fueron “requeridos por la
Policía Nacional el sábado 20 y el lunes 22 de mayo, respectivamente”,
agrega el texto.
“Fueron requeridos por la Policía Nacional y trasladados a Managua a
una de las casas de formación de la Iglesia, mientras transcurre un
tiempo de investigación sobre asuntos administrativos de la extinta
Caritas diocesana de Estelí” explicó la diócesis norteña.
El comunicado precisa que ambos sacerdotes se encuentran en buen estado de salud, pero “a la orden de las autoridades del país”.
Finalmente, la Iglesia aseguró que se encuentra preocupada por los
feligreses de las parroquias donde oficiaban los padres que se verán
afectados por la situación.
“La diócesis se preocupa por los fieles que se verán impedidos de su
vivencia sacramental en las parroquias afectadas mientras dure este
proceso y se compromete a asistirles en la medida que nuestras fuerzas
lo permitan. Redoblamos nuestra oración y reafirmamos nuestra confianza
en el Señor que no desampara a sus hijos”, concluye el comunicado.
La organización no gubernamental Caritas Diocesana de Estelí fue
cerrada el 2 de febrero de 2022 por el Ministerio de Gobernación de
Nicaragua, que alegó un supuesto incumplimiento de sus funciones. El
mismo argumento ha sido utilizado para el cierre de casi 3.500
asociaciones sin fines de lucro disueltas desde las protestas sociales
que estallaron en el país en abril de 2018.
La organización era parte de una red de ocho filiales de Cáritas
Nicaragua de las que ya fueron cerradas las de Managua -la sede
nacional-, de León en el occidente y de Jinotega, en el norte del país.
El gobierno también clausuró varias universidades católicas y al menos
seis radioemisoras de la Iglesia.
Ortega acusó a la Iglesia católica de apoyar la revuelta social de
2018, que su gobierno calificó de fallido golpe de Estado. En marzo de
2022 el gobierno expulsó del país al nuncio apostólico Waldemar
Sommertag y un año más tarde anunció la “suspensión de relaciones” con
el Vaticano y el cierre de sus respectivas misiones diplomáticas, días
después de que el papa Francisco calificara a su gobierno de “dictadura
grosera”.
Como parte de su enfrentamiento con la Iglesia católica, Ortega
mantiene en prisión al obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez,
quien fue condenado a 26 años y cuatro meses de cárcel por negarse a ser
deportado a Estados Unidos junto con 222 opositores excarcelados y
desterrados el 9 de febrero.+