“Se afirmó el rechazo a la nueva Constitución, pero también se afirmó
la idea de que no podemos seguir con la Constitución actual y que Chile
necesita avanzar en muchos frentes de cara al futuro. En esto todos
están de acuerdo y esto es importante", aseguró el arzobispo de
Concepción y vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh),
monseñor Fernando Chomali.
El arzobispo invitó a "apoyar el proceso que se avecina", respecto
del cual "la Iglesia siempre hará su aporte, animando a los católicos y a
las personas de buena voluntad a estar presentes en la política, porque
es el arte del bien común.
Una minoría pretendía imponer su visión
Por su
parte el obispo de Iquique, monseñor Isauro Covili también advirtió que
el rechazo que el pueblo chileno ha dado a la nueva Constitución
impulsada por el presidente Gabriel Boric no significa “quedarse con el
actual texto constitucional”, sino que debe servir para elaborar un
texto que “concite unidad y una visión de país compartido por una amplia
mayoría”, subrayó.
En este sentido, el obispo confía en que Boric “tendrá la suficiente
altura de miras para entender y atender los desafíos en esta materia”.
En un comunicado donde monseñor Covili valoraba el rechazo de la
población a la nueva Carta Magna, aseguró que el resultado negativo fue
un acto democrático responsable, aunque precisa que la lectura no puede
ser positiva, ya que en la elaboración de la nueva Constitución no se
contó con sectores sociales importantes como la Iglesia.
“Sí pienso que hay lecciones que tenemos que aprender como país.
Cuando en la elaboración de un texto que debiera concitar la unidad de
nuestra nación, no se acoge ni se escucha a instituciones importantes de
nuestra historia y vida en sus aportes, -me refiero con ello, a las
Iglesias, entre ellas a los obispos de la Iglesia católica-, y donde una
minoría pretendía imponer su visión y su querer, normalmente es un
texto que, aun teniendo temáticas muy buenas, estaba destinado a no ser
aceptado por la mayoría, especialmente por haber introducido el aborto
libre y la eutanasia entre otros temas”, argumentó.
El obispo de Iquique invitó a toda la sociedad y colectivos sociales a
colaborar “en bien de la unidad del país, respetándose en lo diverso
que se es y a buscar con dedicación y verdad puentes de entendimiento,
de diálogo, de fraternidad, de reconciliación, y no de confrontación.
Que todos seamos capaces, movidos por el bien, la verdad, la justicia
que nos habita y para el mundo cristiano, desde su fe en Jesucristo,
junto con los valores mencionados, que desterremos los fundamentalismos,
la polarización, la violencia, la intolerancia y la cerrazón ideológica
vivida los últimos meses que ha hecho mal al alma de Chile para
reencontrarnos como buenos vecinos que habitamos un hogar común”,
reflexionó el prelado.
Para finalizar el comunicado monseñor Isauro Covili se mostró
esperanzado para que “en el tiempo que tenemos en adelante, podamos
reencontrarnos y transitar por caminos de análisis profundo de lo
vivido, acompañados por espacios de silencio y de penitencia, trabajando
juntos en la búsqueda de acuerdos, de apertura de pensamiento, y del
valor y respeto de toda persona”.
Pensar un Chile con una mirada más amable
El
arzobispo de Concepción pidió además profundizar en un sistema económico
“que no genera equidad”; y “cuidar el medio ambiente, que sufre la
cultura de la depredación que se ha desatado desde la revolución
industrial y que ha traído muchos problemas, especialmente a los más
pobres”.
Nuevamente, es justo -dijo monseñor Chomali- “reservar a los pueblos
indígenas de una vez por todas el trato que merecen en virtud de su
dignidad, su cultura y el aporte que hacen al país, pero sin explotación
política como se hizo en la Convención, uno de los aspectos que la
mayoría de la ciudadanía ha condenado”.
Es hora de “mirar más de cerca a aquellos que han sido rechazados por
la sociedad, como dice con insistencia el Papa Francisco. A esto debe
apuntar la nueva Constitución, que tomará cuerpo a partir de ahora”.
La invitación del arzobispo es “pensar Chile con una mirada más
amable, más atenta a los cambios culturales”. En esto es importante el
aporte de los católicos, ya que “la fe de millones de chilenos es pozo
de sabiduría, de prudencia, de ciencia y de fuerza. Todo esto puede
ayudar a que la Constitución que se redacte permita a todos los chilenos
tener un trabajo, poder formar una familia, tener una vejez digna y ver
a sus hijos desarrollar con el tiempo habilidades, dones, talentos y
habilidades que Dios les ha dado”.+