Con una misa presidida por el obispo de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Lugones SJ, y concelebrada por el obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea; el obispo de Morón, monseñor Jorge Vázquez; el obispo auxiliar de Lomas de Zamora, monseñor Ignacio Medina;
el párroco, presbítero Hugo Barrios, y demás sacerdotes, la diócesis
rezó en desagravio por la profanación de la Eucaristía y el robo de las
coronas de la Virgen y el Niño Jesús de la catedral Nuestra Señora de la
Paz.
“Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”, fue la frase
evangélica elegida por el obispo para guiar su reflexión ante el
“lamentable hecho” sucedido el martes en la iglesia madre de la diócesis
de Lomas de Zamora. “El amor es más fuerte que el odio, la violencia
engendra violencia”, afirmó.
“No saben lo que han hecho, porque el amor de Dios y la fe de su
pueblo no pueden ser borrados. Podrán insultar, agredir, violentar y
hasta profanar lo más sagrado, pero sepan que no podemos renunciar al
bien, a la verdad, al amor, porque dejaríamos de ser cristianos”,
expresó monseñor Lugones.
“No saben lo que han hecho, porque esta santa casa es la casa de
todos, aquí partimos el pan de la Eucaristía, el pan de la Palabra y el
pan con los más pobres. Pero queremos advertir, a quien tenga alguna
intención torcida o solapada, alguna aversión aporofóbica -miedo o
desprecio a los pobres-, que si éste es un metamensaje por el compromiso
social de esta comunidad, que acá vamos a seguir atendiendo a los
pobres, a los ambulantes en situación de calle, a los que sigan
necesitando de la bendición, de la reconciliación, de la contención o
del consuelo; no nos van a intimidar”, sostuvo el obispo.
El obispo dijo sentir “el dolor de hijo de María”, porque “no
queremos que se mancille a nuestra Madre”. En ese sentido, recordó:
“Esta sagrada imagen venerada desde la sangrienta historia de la patria,
es la que ha recibido tantas lágrimas y súplicas por la ausencia de paz
en Argentina. Su advocación es de la Paz: María Madre y Reina de la
Paz, por eso el pueblo de Dios sigue pidiendo su intercesión por la paz
de las familias, por la paz social en nuestra patria, por los lugares de
conflicto bélico en el mundo. Fue coronada al cumplirse los 150 años de
la piedra fundamental de esta catedral y el motivo, como siempre lo
dijimos, no es porque ella necesite una corona y menos su Hijo, sino
para que al contemplarlas recordemos que reinan en nuestro corazón”,
destacó.
El lamentable hecho, que incluyó el ataque al Sagrario donde se
guarda el Santísimo Sacramento, el robo de las coronas de la Virgen de
la Paz y el Niño Jesús, un copón y un ostensorio, y los daños a la cruz
del cinerario parroquial y el Señor de los Milagros de Salta, sucedió en
la madrugada del martes.
La catedral Nuestra Señora de la Paz es la iglesia madre de la
diócesis de Lomas de Zamora y el principal templo del partido homónimo.
Su valor religioso, cultural y social se acrecienta desde la época de la
constitución de nuestra Patria.+