En un acto de amor y fe, los obispos de América Latina y el Caribe
consagraron la región, este Domingo de Pascua, a la Virgen de Guadalupe,
para pedirle por la salud del mundo y pronto el fin de la pandemia de
Covid-19. La ceremonia, ante la imagen de la Patrona de América en la
Basílica de Gadalupe, fue presidida por el arzobispo primado de México,
monseñor Carlos Aguiar Retes, quien señaló que es “una bella y
significativa fecha para ponernos bajo el manto de nuestra querida
madre, María de Guadalupe”.
Al inicio de la ceremonia, el nuncio apostólico en México, monseñor
Franco Coppola, leyó un mensaje del papa Francisco con motivo de esta
consagración, en el que el Santo Padre envió su bendición a la Iglesia
Latinoamericana y del Caribe, así como a los fieles que seguían la
transmisión a través de los medios electrónicos.
Posteriormente se transmitió un videomensaje de presidente del
Celam, monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, agradeciendo a la Iglesia en
México el gesto fraterno y generoso de acoger esta iniciativa de
consagración.
“Siempre, en momentos críticos como epidemias pestes y guerras, han
suplicado con confianza la protección maternal de la madre de Jesús, por
eso le dirigimos esta oración: Tú Madre que sanaste al tío de Juan
Diego y durante el siglo XVIII protegiste bajo tu manto a todo México de
la epidemia de matlazahuatl, hoy venimos nuevamente sintiéndonos
pequeños y frágiles ante la enfermedad y el dolor para pedirte por toda
la humanidad, especialmente por tus hijos más vulnerables: los ancianos,
los niños, los enfermos, los indígenas y los migrantes”.
Añadió que como un sello indeleble están grabadas en el corazón de los
latinoamericanos aquellas palabras de la Virgen cuando le dijo a San
Juan Diego “que no se turbe tu corazón, ni te inquiete cosa alguna, ¿no
estoy yo aquí que soy tu madre?”.
Por ello, reconoció el presidente del CELAM, se realiza dicho acto
de consagración a Nuestra Señora de Guadalupe, Emperatriz de América,
para pedirle la salud y el fin de la pandemia “poniéndonos bajo su
mirada amorosa en estos momentos difíciles, en los que Ella puede
abrirnos las puertas de la salud, la esperanza y la alegría”.
Monseñor Cabrejos agregó que bajo el manto protector de la Virgen de
Guadalupe también a los países que no están en la región, entre ellos
los Estados Unidos, Canadá y Filipinas.
El 24 de marzo el Consejo Episcopal Latinoamericano lanzó esta
iniciativa de consagración para que se realizara el 12 de abril a las 12
horas y en Domingo de Resurrección, debido la pandemia de coronavirus
que actualmente aflige al mundo.
Oración a la Virgen de Guadalupe en tiempos de pandemia
Santísima Virgen María de Guadalupe, Madre del verdadero Dios
por quien se vive. En estos momentos, como Juan Diego, sintiéndonos
“pequeños” y frágiles ante la enfermedad y el dolor, te elevamos nuestra
oración y nos consagramos a ti.
Te consagramos nuestros pueblos, especialmente a tus hijos más
vulnerables: los ancianos, los niños, los enfermos, los indígenas, los
migrantes, los que no tienen hogar, los privados de su libertad.
Acudimos a tu inmaculado Corazón e imploramos tu intercesión: alcánzanos de tu Hijo la salud y la esperanza.
Que nuestro temor se transforme en alegría; que en medio de la
tormenta tu Hijo Jesús sea para nosotros fortaleza y serenidad; que
nuestro Señor levante su mano poderosa y detenga el avance de esta
pandemia.
Santísima Virgen María, “Madre de Dios y Madre de América Latina y
del Caribe, Estrella de la evangelización renovada, primera discípula y
gran misionera de nuestros pueblos”, sé fortaleza de los moribundos y
consuelo de quienes los lloran; sé caricia maternal que conforta a los
enfermos; sé tierna compañía de los profesionales de la salud que los
cuidan; y para todos nosotros, Madre, sé presencia y ternura en cuyos
brazos todos encontremos seguridad.
De tu mano, permanezcamos firmes e inconmovibles en Jesús, tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén. +